La policía de Denver ha confirmado que el apartamento de James Holmes, el presunto autor de los disparos en un cine de Aurora (Colorado) que ha causado la muerte a, al menos, 12 personas, era "una trampa con explosivos". Así lo confirmó en rueda de prensa el jefe de Policía de Aurora, Dan Oates, horas después de que se ordenaseevacuar la zona.
Tras ser detenido, Holmes, de 24 años, dijo a las autoridades que tenía explosivos en su casa y la policía de Aurora, localidad cercana a Denver y donde se encuentra la vivienda, temía que hubiese preparado una trampa. Las autoridades no buscan a más sospechosos por el crimen.
Una unidad de fuerzas especiales entró con gran cautela por las ventanas del apartamento, ayudados por cámaras de fibra óptica, en la tercera planta de un edificio, tras la confesión de Holmes.
Allí encontraron "dispositivos incendiarios, algunos elementos químicos conectados con toda clase de cables. No es algo que haya visto antes", explicó Oates.
Según el número dos de los bomberos de Aurora, Chris Henderson, el salón del apartamento estaba repleto de cables conectados a lo que parecían ser botellas de plástico con un líquido desconocido. Las autoridades planeaban detonarlos con un robot. "El cuadro es claramente inquietante. Parece muy sofisticado, cómo está la trampa. Podría llevar tiempo". aseguró al agente Oates.
Además de los explosivos, el presunto autor de los disparos podría almacenar en el apartamento munición y armas (además de las cuatro armas que usó en el tiroteo), un extremo que aún no ha sido confirmado.
egún un agente federal citado por AP, Holmes compró la entrada para el filme y entró en el cine Century 16, del barrio de Aurora, con el resto de espectadores, muchos disfrazados para el estreno. Llevaba armas de fuego, una máscara antigás, un casco y varias bombas lacrimógenas. El sospechoso debía de conocer el local, porque fue capaz de caminar por el cine hasta situarse delante de la pantalla en la que se proyectaba ´El caballero oscuro. La leyenda renace´, la última entrega de la serie de ´Batman´. Entonces, lanzó las bombas y abrió fuego. Según la policía, disparó tres armas: un rifle de asalto, una escopeta y una pistola semiautomática Glock. En su coche, se halló otro Glock.
Según recoge la cadena NBC, Holmes comenzó a comprar armas a partir de mayo pasado, aunque el lugar y las fechas exactas de las adquisiciones están aún siendo investigadas. Además de los revólveres Glock, del calibre 40, tenía una una escopeta Remington 870, uno de los modelos más populares en EEUU, y un rifle Smith and Wesson tipo AR-15, considerado un "rifle de asalto".
Doce personas murieron y 59 resultaron heridas, según los últimos datos. Entre los heridos hay un niño de seis años y un bebé de 3 meses que ya ha sido dado de alta y evoluciona favorablemente, según aseguró una portavoz del hospital de Aurora, que informó de que hay varios heridos de bala y afectados por las bombas de gas.
Diez de las personas asesinadas fallecieron en la sala de cine, mientras que la muerte de las otras dos fue declarada ya en los centros médicos. Tanto las dos víctimas trasladadas al Hospital Sueco de Denver como las nueve que recibió el Hospital Universitario se encuentran en estado crítico.
Vestido como el ´malo´ de la película
Testigos indican que el atacante vestía de manera similar al antagonista de Batman en la película que proyectaban, un terrorista llamado ´Bane´, que tiene el rostro cubierto por una máscara y amenaza con detonar una bomba en una metrópoli. Según la policía, se trataba de un traje de estilo militar o policial negro, con casco, chaleco, protector de garganta e ingles.
El atacante lanzó primero hacia la sala un recipiente -posiblemente de gas lacrimógeno- desde detrás de la pantalla o de una cortina, según algunos testigos. Después subió las escaleras tranquilamente mientras disparaba a su alrededor.
En medio del pánico, la gente se tiraba al suelo, o intentaba buscar refugio entre las filas de asientos. Otros corrieron gritando hacia la salida, chocando y pisándose unos a otros. En el suelo de la sala yacían cuerpos ensangrentados.
Según el jefe de Policía, las primeras llamadas de la policía se produjeron a las 12:39 de la noche (6:39 GMT) y de inmediato la policía empezó a recibir centenares de mañana. Un minuto después de la primera llamada, la policía llegó a la escena del crimen y detuvo al sospechoso poco después. Se rindió sin oponer resistencia.
Mientras despuntaba el día, los agentes interrogaron en un instituto a decenas de testigos y comenzaron a estudiar los teléfonos móviles que quedaron abandonados en el cine en medio del caos. Al lugar llegaron también equipos de psicólogos, para prestar ayuda a los afectados.
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