James Holmes compareció ayer por primera vez ante la justicia estadounidense en una audiencia que duró apenas 13 minutos, según ABC News.
Lo hizo con el pelo teñido de naranja chillón, como se había especulado, en el juzgado del pueblo de Centennial, condado de Arapahoe, cerca de Denver.
El presunto autor del tiroteo tenía la mirada ausente y permaneció en silencio, “como si fuera un zombie”, describe el diario español El Mundo. Se miraba las manos de vez en cuando y fruncía el ceño según lo que iba escuchando. Holmes estuvo sentado durante la audiencia y no colaboró con la Policía local.
La acusación formal se efectuará mañana o el jueves, según fuentes del juzgado. Por ahora tiene un abogado de oficio que es quien habla en su nombre, ya que él no respondió a ninguna de las preguntas durante la primera audiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario