César Caro está en Bolivia por el estreno de Tercer Mundo. Próximamente filmará otra cinta en Costa Rica.

¿De qué trata la película Tercer Mundo?
Es una película que se filmó en Chile, Costa Rica y Bolivia. Cuenta la historia de tres jóvenes que quieren irse de sus respectivos países porque pretenden buscar mejores oportunidades afuera y cada uno de ellos está conectado a una situación en la que se dice que va a haber un fenómeno medio extraterrestre. Los planes de cada uno son afectados por esto. Con humor, ironía y drama, la película mezcla ciencia ficción con una realidad del latino emigrante.
¿Por qué la cinta lleva ese nombre?
Es un juego de palabras porque cuando se habla de tercer mundo siempre se asocia el término con la miseria, la pobreza y la cuestión político social del tercer mundo. Quisimos hacer una película que mostrara la otra cara del tercer mundo, esa que tiene que ver con lo fantástico, con los jóvenes, con la imaginación de los personajes y los mitos locales de los avistamientos. La historia de que viene alguien de afuera a visitarnos está desde las culturas precolombinas, hay dibujos en las cavernas, o en las pinturas rupestres se ven dibujos de naves. Siempre el continente latinoamericano ha visto seres que vienen de afuera. Tercer mundo viene de esa idea.
¿Cómo fue la experiencia de la filmación?
La filmación tardó un año y la hicimos en tres países, primero en Costa Rica, después en Chile y finalmente en Bolivia. En cada uno de éstos tuvimos que hacer una preproducción, casting, y búsqueda de locaciones, todo tres veces. Fue muy interesante y bonito mezclar tres acentos con gente diferente, de diferente cultura para una sola historia. La postproducción tardó dos años más porque había que conseguir fondos para terminarla. El proceso completo demoró casi cuatro años. Ahora estamos muy felices porque finalmente salimos al mundo y la estamos presentando en Latinoamérica.
Cuéntanos sobre la etapa del rodaje en Bolivia.
El rodaje fue en 2007 y filmamos en varias locaciones: la ciudad de La Paz, el altiplano, los miradores y el Salar de Uyuni. En Bolivia se hizo la última grabación, aquí cerramos el ciclo. Se formó un equipo de rodaje muy bonito; sin embargo, fue duro y difícil como todo rodaje. La altura —para los que veníamos de afuera—, así como la naturaleza y el clima, estuvo a veces en contra nuestra, pero salimos bien parados.
¿Quiénes formaron el equipo en Bolivia?
Los actores principales fueron Bernardo Arancibia, Hugo Pozo, Carmen Tito y varios personajes secundarios. También se armó un equipo con Richard Mesa, Alejandro Gómez, Ximena Hernaíz, Ramiro Valdez y Rosendo Ticona. Y, bueno, es una lista que tiene alrededor de 25 personas.
¿Qué dificultades afrontaste?
Por un lado, el conseguir dinero es un factor difícil en las producciones latinoamericanas. Por otro lado, una vez que ya tenía la película lista, el posicionamiento, e ir a los cines para conseguir la distribución es algo que demora y no es tan fácil porque hay que competir con el cine norteamericano que tiene campañas millonarias de publicidad. Pero con diferentes gestiones, como las que realiza aquí Marcelo Cordero, del Centro Cultural Yaneramai, quien trae copias de películas para la Cinemateca, el Multicine y el MegaCenter, se hace un esfuerzo para posicionar el cine latinoamericano.
¿Qué es el cine para ti?
El cine te permite soñar despierto, aprender cosas de ti mismo, de los demás y reflexionar sobre el mundo. Las películas son parte de una ilusión y en una o dos horas te dejan algo. Eso es muy atractivo y misterioso.