"Cowboys & Aliens", una de las películas más esperadas del verano, de estreno en EEUU este viernes, reúne a Harrison Ford y Daniel Craig, es decir, a Indiana Jones y James Bond en sus respectivas sagas, unidos ahora para hacer frente a la amenaza alienígena en este inusual cóctel de géneros.
La mezcla de western y ciencia-ficción, a priori, parece una fórmula arriesgada, pero en manos del director Jon Favreau ("Iron Man"), esta adaptación de la novela gráfica homónima creada por Scott Mitchell se convierte en un festín de imaginación y entretenimiento con la ayuda de un elenco en el que aparecen también Olivia Wilde, Sam Rockwell y Paul Dano.
Por encima de todo está el duelo entre Ford y Craig. O lo que es lo mismo, Indiana Jones y James Bond frente a frente, como ya se le ocurriera a Steven Spielberg, productor ejecutivo del filme, en "Indiana Jones and the Last Crusade" (1990), al dar a Sean Connery el papel de Henry Jones, el padre del héroe.
"Nunca hice un western propiamente dicho, pero Indiana Jones lo era en muchos sentidos por su moralidad y la naturaleza de sus aventuras y sus personajes", explicó recientemente Ford, de 68 años, en una rueda de prensa en Los Ángeles.
La edad no le detiene, pero consciente de que ya no es el joven de "Star Wars" (1977) o "Blade Runner" (1982), agradece las nuevas oportunidades que la industria le brinda.
"Disfruto interpretando cualquier papel con el que creo que la audiencia disfrutaría. Me debo al público. Y ahora que ya voy teniendo cierta edad para según qué papeles, me siento feliz y ambicioso por la oportunidad de encarnar a personajes tan distintos", declaró.
Sobre todo si, como es el caso, tiene la oportunidad de disfrutar de una de sus pasiones.
"El rodaje fue muy divertido, pero para mí ya lo es estar ahí afuera montando a caballo", apuntó el mítico actor, dueño de un rancho en Jackson (Wyoming).
Su papel, el del coronel Dolarhyde, el sheriff de un pueblo llamado Absolution donde reparte justicia a su manera, es un personaje importante en la película aunque relegado a un segundo plano debido a la presencia de Craig, quien da vida a Jack Lonergan, un forastero sin memoria de su pasado reciente con una extraña empuñadura metálica de origen desconocido fijada en su muñeca.
"Siempre pienso en un personaje como una parte de la narración de la historia; no existe si no es útil para su desarrollo y aquí mi rol es el de enemigo y aliado al mismo tiempo del personaje de Daniel", manifestó Ford, quien confía en haber aportado cierta "humanidad" a un personaje que, sobre el papel, es de "corazón frío".
Absolution es víctima del ataque indiscriminado de una horda de extraterrestres, que comienzan a abducir a la población, incluido el hijo del personaje de Ford. En ese momento, el forastero y su empuñadura se convierten en la única esperanza de los humanos.
Por su parte Favreau, un nombre muy solicitado en la industria tras el éxito de las dos primeras entregas de "Iron Man", aceptó ponerse al frente del filme atraído por lo novedoso de su temática, y a sabiendas de que podía funcionar la fusión entre un género "muy estadounidense" y otro "que es imán para la taquilla".
"Las mezclas empezaron con Quentin Tarantino", apuntó. "Somos de una generación que rueda películas que reflejan otras obras antiguas y comentan situaciones previas. Hoy día es difícil ser original pero la clave reside en reinventar los ingredientes tradicionales y añadirles chocolate y cacahuetes por encima", agregó.
El cineasta, en busca de inspiración, vio muchas películas del Viejo Oeste y se centró, principalmente, en "The Searchers" (1956), el clásico de John Ford, e hizo lo propio con conocidos filmes de ciencia-ficción, como "Alien" o "Predator", las obras que "lograban dar miedo" antes de la proliferación de los efectos especiales por ordenador.
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