Luego de la reunión infructuosa entre el Ministerio de Culturas y altos representantes de la Fundación Cinemateca Boliviana, un grupo, aún reducido, de gente comprometida con el cine organizó la “Plataforma Civil de Defensa de la Cinemateca” con el fin de salvaguardar la independencia que durante 36 años ha mantenido la entidad más importante dedicada al séptimo arte en el país.
Tras el anuncio vertido por el Ministro Pablo Groux el pasado 23 de mayo que aseguraba la estatización de la Cinemateca, entre otras entidades culturales; miembros de la directiva y fideicomisarios analizaron a detalle la posibilidad de que esta Fundación pase a manos del Gobierno. Las conclusiones y posturas oficiales fueron compartidas en la reunión realizada la pasada semana, 6 de junio, en instalaciones del Ministerio de Culturas y Turismo, las cuales no permitieron vislumbrar un acuerdo entre ambas partes.
Ante este entendido, el mismo día, posterior a la reunión, personas entendida en cine, entre actores y directores, y gente de a pie, como la Junta de Vecinos de Sopocachi, se dieron cita en instalaciones de la Cinemateca, sin convocatoria alguna, con pancartas y otros métodos de expresión, para protestar contra la posibilidad de estatización.
Jorge Ortiz, prolífico actor nacional que trabajó en películas nacionales como “Cuestión de fe”, “El día que murió el silencio”, "American Visa”, entre varias otras, y miembro de la “Plataforma Civil de defensa de la Cinemateca”, creada durante la tarde de protesta del 6 de junio, asegura que son nueve los miembros de este comité.
LA CINEMATECA
“La memoria de un pueblo se guarda en el cine”, sentencia quien interpretó a “Domingo” en la mencionada película dirigida por Marcos Loayza en 1995, a la vez de declarar que esta Fundación no tiene por qué pasar a manos del Estado.
“La Cinemateca no es un cine de barrio cualquiera, estamos hablando de una entidad enorme y que es parte de la historia”, declara.
Además, en relación al contendido de la reunión que se llevó a cabo entre Gobierno y la entidad de cine, declaró: “Soy una persona independiente y que no formo parte de ninguna agrupación política, ni religiosa, ni de fútbol. Por suerte no fui parte de esa reunión (entre Gobierno y Cinemateca), pero puedo decir, según información posterior, que el ministro Groux ha sido agresivo y que no se pudo llegar a un acuerdo (…). No podemos privarnos de algo que nació sin fines de lucro”.
Con una molestia evidente y con encendidas palabras (que quien lo conoce está acostumbrado a ese temperamento enérgico) fue también crítico con sus colegas del medio. Afirmó que “es vergonzoso que sólo nueve personas, tres cineastas entre ellos, nos hayamos dado cita para expresar nuestra oposición (ante la estatización) luego de la reunión. ¿Dónde están los demás? Les importa más sus propios bolsillos. Ése es el problema del cine boliviano, velar sólo por propios intereses. Siguen mamando, aprovechándose de la Cinemateca”, dijo.
Aseguró que mañana miércoles habrá una reunión a las 19.00 en instalaciones de este centro cinematográfico, al cual están invitadas todas las personas y no sólo las dedicadas al cine. “La idea es que esta Plataforma crezca. Decidiremos medidas y acciones con absoluto respeto sin llegar a agresiones grotescas. Nos manejaremos en términos justos y cabales”, concluyó.
En tal estado de las cosas, se puede asegurar que hoy más que nunca el futuro de la Cinemateca es incierto. Anteriormente la Cinemateca tuvo problemas, pero ahora es el Estado quien reclama la administración de la entidad. Los posteriores días serán los que definan la suerte de esta Fundación.
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