Hay humoristas que pese a haber hecho películas absurdas consiguen dejar atrás ese periodo extremadamente comercial y alcanzan cierto grado de madurez y distinción que los hace diferentes al resto. Es el caso de Steve Carell, el protagonista de Seeking a Friend for the End of the World.
Su nueva comedia es una cinta que, además de simpática y con química entre sus dos protagonistas, Carell y Keira Knightley, tiene profundidad.
La pregunta fundamental es sencilla. ¿Qué haría usted si el mundo se fuera a acabar en tres semanas? ¿Consumiría todas las drogas que hasta ahora no se ha atrevido a consumir? ¿Tendría relaciones sexuales con quien siempre quiso y no pudo o sencillamente se limitaría a tratar de recorrer el mundo sin que el dinero o el trabajo fueran el obstáculo?
Eso es exactamente lo que plantea Lorene Scafaria, una brillante guionista de Nueva Jersey que, después de llamar la atención en Hollywood con Nick and Norah’s Infinite Playlists, consiguió que Mandate Pictures le comprara su siguiente idea, la historia de un hombre que ante el publicitado y confirmado fin del mundo, no se le ocurre otra cosa que ir a buscar a su amor platónico de sus días universitarios.
Para tamaña aventuraconsigue convencer a su vecina (personaje interpretado por Knightley) para que le acompañe, por lo que la cinta se convierte en una especie de road movie con una importante cantidad de situaciones divertidas y caóticas.
Y todo por un meteorito que se acerca a la Tierra a gran velocidad y que en el plazo de tres semanas acabará con el planeta ante la impotencia del ser humano. Con ese tiempo en sus agendas, cada uno lo interpreta a su manera, aunque la mayoría ya no trabaja y cambia el sentido de su vida por completo. Interesante planteamiento.
Gran parte del mérito se basa en la originalidad de la realizadora debutante, Scafaria, que no abusa del cliché del fin del mundo sino que le saca jugo de una manera creativa y elegante, creando un escenario con mucho sarcasmo e ironía que despierta las carcajadas del espectador.
Su estilo ha sido encuadrado en un grupo de nuevas guionistas con historias similares, escritoras de vocación y al final directoras que ejecutan su propio trabajo, gente como la ganadora de un Oscar por Juno como Diablo Cody, con quien Scafaria tiene una buena amistad, y Dana Fox, responsable de libretos como What Happens in Vegas y The Wedding Date.
Scafaria hace funcionar la pareja que conforman Carell y Knightey, con una diferencia notable de edad -49 tiene él y 27 ella-, pero que a base de aventuras se van acercando el uno al otro.
Y esa parte, según la joven actriz británica, es lo que cuesta conseguir. “Esa parte de la intimidad, no sólo las escenas de sexo explícitas, es la que me parece casi imposible de replicar en pantalla”, confiesa Knightley, quien asegura haberse divertido mucho con la filmación.
Carell, por su parte, llega a este proyecto en un momento dulce de su carrera y con la serie The Office en pleno auge de seguidores y renovada por una novena temporada en televisión.
“Lo que me intriga de esta película es que es oscura, pero no absurda y en el fondo es una metáfora de la vida y lo que le pasa a mucha gente”, asegura el actor de Massachusetts.
“Habla sobre cómo vives la vida y cómo la disfrutas, de las elecciones que haces para disfrutarla. Ésta es la historia de un hombre que se dedica a pasar por la vida sin tomarse el tiempo de disfrutarla o de conectar con sí mismo o con otras personas. Lo bueno es que al final lo consigue”, dijo (Dpa).
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