La decimocuarta edición del Festival Internacional de Cine Recobrado, que se realizó en Valparaíso, finalizó con la entrega del premio Santiaguillo a la Fundación Cinemateca Boliviana por su trayectoria en la preservación del patrimonio fílmico.
Según informaron ayer los organizadores del certamen realizado en Chile, la Cinemateca Boliviana es una de las mejores y más modernas instalaciones de Latinoamérica, donde se conserva la memoria audiovisual de Bolivia y se difunde cine patrimonial y de calidad de todas las latitudes.
Durante los 34 años que lleva en funcionamiento, la entidad ha hecho una "importante contribución a la preservación de las imágenes en movimiento y su esforzada labor es un estímulo para todo el mundo archivístico latinoamericano", agregaron los organizadores del festival.
La cineasta Mela Márquez, directora ejecutiva de la Fundación Cinemateca Boliviana, agradeció el galardón y destacó que el cine en ese país "fue y es un esfuerzo de cada uno de sus creadores que lamentablemente no cuenta con subvención estatal".
"Con gran fuerza narrativa y estética, cargado de gran contenido social y político, reconocido mundialmente, es la única presencia cultural contundente de nuestro país en el contexto internacional", dijo la cineasta.
Añadió que Bolivia es un espacio "de encuentro y contradicción, con un imaginario testarudamente sobreviviente, aunque frecuentemente herido y quebrado por intentos de negar nuestra identidad, de historias de amor y de violencia, de pueblos originarios, blancos y mestizos". El festival finalizó el sábado con la proyección de la versión restaurada de Wara Wara, de José María Velasco Maidana, una de las más importantes cintas del cine mudo boliviano, estrenada en 1930.
Cine recuperado
El festival, de marcado perfil archivístico y patrimonial, se caracterizó porque las obras proyectadas han sido versiones restauradas, remasterizadas, reconstruidas o recobrada
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