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jueves, 26 de enero de 2012

La ambición seduce, el poder corrompe Secretos de Estado

ARGUMENTO

Con unos diálogos agudos e ingeniosos, y enmarcada en el espectáculo del poder y la política en nuestro mundo actual, Secretos de Estado resulta una intensa historia de sexo, ambición, lealtad, y venganza. La cinta resigue a un joven portavoz de prensa que resulta víctima de la trastienda política, las manipulaciones traidoras de agentes veteranos, y la seducción de una joven interna.

En la película, George Clooney encarna al gobernador Morris, un candidato participante en las primarias presidenciales por el Partido Demócrata. Ryan Gosling da vida a su portavoz de prensa; Philip Seymour Hoffman es su jefe de campaña; Paul Giamatti interpreta a un jefe de campaña rival; Marisa Tomei actúa como una periodista del New York Times; Evan Rachel Wood es una interna en la campaña de Morris; Jeffrey Wright da vida a un importante senador, y Max Minghella interpreta a Ben Harper, alguien que trabaja en la campaña de Morris.

NOTAS DE PRODUCCIÓN

El guionista y director George Clooney, nominado al Oscar y al Globo de Oro, ha reunido a los actores principales de nuestra generación para que protagonicen este thriller.

“Consideraría esta película un thriller político. No diría que es necesariamente un filme político”, comenta George Clooney, quien dirige, produce, coescribe, y protagoniza Secretos de Estado. Dado que la historia se centra más en el proceso electoral que en las ideas políticas en sí mismas, Clooney dice que atraerá por igual a los seguidores de ambos partidos. “Supongo que si usted es demócrata preferirá el principio de la película, y si, por el contrario, es republicano, se inclinará por el final. La cinta avanza con la tesitura de meterse con todos. Si se trata de un filme político, lo es sin insistir en una determinada dirección, y justo eso era lo importante para nosotros”. En ese sentido, la política ejerce como escenario de fondo en el que se mueve el calidoscopio de actores participantes, y muta según la motivación que experimenta el personaje principal, el idealista Stephen Meyers (encarnado por Ryan Gosling).

En Secretos de Estado, Meyers se percata de que tanto su idealismo como la fe en su hombre están tomando distancia frente al trapicheo político y el juego manipulador del poder que tiene lugar en la trastienda. Los orígenes de la película se retrotraen al verano de 2004. Fue entonces cuando Beau Willimon, un joven escritor que no hacía mucho había dejado de trabajar con el personal de la esperanzada campaña presidencial de Howard Dean en Iowa, escribió un primer borrador de su pieza teatral ‘Farragut North’. Willimon recurrió a su propia experiencia para tramar esta historia de intriga política y traición tras las escenas de una campaña presidencial.

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