No es una pregunta que nos hagamos nosotros, se la hace la industria entera y los medios americanos han tratado de explicar por qué una actriz que ganó fama, reconocimiento y un Oscar con «Boys Dont Cry» (1999)... Y que ganó un segundo Oscar (algo al alcance de muy pocos solo cinco años más tarde con «Million Dollar Baby» ha desaparecido prácticamente de la cartelera.
Hay cierta leyenda sobre los premios cinematográficos. Lolita Flores ha explicado alguna vez que tras ganar su primer y único Goya dejó de ser actriz para siempre, no por voluntad. Y también hay muchos casos en Hollywood donde la estatuilla ha surtido el efecto contrario al esperado. Así que dos Oscar, tan joven y tan rápido podrían tener algo que ver en la repentina desaparición de Swank de las pantallas. La explicación no es un simple misterio. Es cierto que la estatuilla (imaginen dos) da cierta licencia para que los representantes pongan el caché de una actriz por las nubes.
Otros hablan de exceso. Swank era una buena actriz, pero dos Oscar es un hito al alcance de muy pocos y muy grandes (Bette Davis, Vivien Leighy Meryl Streep) y Hollywood pasó factura. No había un lugar más allá,tocaba ir hacia abajo.
Aunque hay pocos en Hollywood que cuestionen los dos papeles que le sirvieron para llevarse dos estatuillas, sí que se le reprochó no haber hecho nada bueno al margen de esos dos papeles. Algo parecido ocurrió con su carrera posterior. Swank no volvió a elegir bien tras su segundo Oscar.
«La Dalia Negra», «La cosecha», «Diarios de la calle», «Posdata: te quiero»... Seguro que ninguno de estos títulos suena demasiado a nadie. Pues son los de una actriz doblemente oscarizada solo un año después de ese Oscar. En 2017 estrenará otras dos cintas: «Logan Lucky» y «55 steps»... No parecen grandísimos estrenos.
¿Por qué todo esto? Pues hay quien cuenta -fundamentalmente noticias basadas en «fuentes cercanas»-, que a Swank no le interesa Hollywood en absoluto. Que los dos Oscar, lejos de acrecentar su ambición le hicieron entender que había cosas más importantes en la vida que lucir palmito en alfombras rojas.
Ella tiene otros intereses, y bastante más loables. Ha pasado parte de su tiempo en estos últimos años visitando y trabajando en orfanatos en la India, ayudando a construir escuelas en Etiopía y creando una fundación que une a niños y animales para que el uno resuelva los problemas del otro: Hilaroo. Pero las causas ajenas no han sido las únicas que le han apartado de la carrera en primera fila. El padre de Swank enfermó de cáncer en 2015. La actriz renunció a varios proyectos por esta circunstancia.
Dicho todo ello, lo cierto es que no hace mucho que Hilary Swank recogió una de las críticas positivas más unánimes de su carrera. Ocurrió con «Deuda de honor» de Tommy Lee Jones, e hizo pensar a muchos que, si no un tercer Oscar, desde luego era merecedora del reconocimiento que una nueva nominación supone. Su aventura en TV puede además devolverle a primerísima fila, embarcada como está «The One Percent» un trabajo detrás del que están nombres tan relevantes como Ed Helms, Ed Harris y el director de cine Alejandro González Iñárritu. ¿Hará que este artículo caduque en breve?. Más que posiblemente.
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