Tras Mamma Mia! y En el bosque todo el mundo sabía que Meryl Streep era una buena cantante, pero en su última película la actriz va un paso más allá y se cuelga la guitarra eléctrica para convertirse en toda una rockera.
Ricki and The Flash: Entre la fama y la familia, pone a Streep en la piel de una mujer que dejó a su familia para perseguir sus sueños musicales y que, años después, debe hacer un paréntesis en su vida como líder de un grupo de versiones en un bar de California para regresar a casa ante los problemas de su hija.
Streep canta, maneja con destreza la Telecaster y es el gran reclamo de una cinta que cuenta además con el aliciente de ver a la tres veces ganadora del Oscar como madre de Mamie Gummer, su propia hija.
“Fue muy divertido y estoy muy orgullosa de ella, porque creo que es fantástica”, dijo Streep en una entrevista con Efe sobre la experiencia.
En pantalla, las dos mantienen una relación de amor-odio que depara intensas discusiones y peleas. ¿Cómo fue para Streep escuchar los gritos de su hija?
“No es nada comparado con lo que realmente me ha dicho”, asegura entre risas la actriz, que dice haber escuchado de ella cosas “mucho peores y mucho más alto”.
Para Gummer, de 32 años y conocida sobre todo por su carrera en televisión, esas escenas suponían sin embargo un reto, según.
“Estaba un poco nerviosa, porque no quería resultar hiriente de ningún modo. Pero tan pronto como Jonathan (Demme, el director) dijo ‘¡corten!’ en esa escena, y la miré y tenía una gran sonrisa, supe que todo estaba bien”, asegura.
La película, escrita por Diablo Cody (Juno), no desaprovecha la oportunidad de poner a Streep sobre el escenario y la rodea de secundarios de lujo.
Bernie Worrell -fundador de Parliament-Funkadelic y durante años teclista con Talking Heads-, Rick Rosas -bajista de Neil Young y muchos otros- y Joe Vitale -batería original en los conciertos de Crosby, Stills & Nash- forman parte de The Flash, la banda que arropa Streep en su papel de Ricki, a quien acompaña a la guitarra solista Rick Springfield.
El australiano, un superventas en los ochenta, ha sido en los últimos años un habitual en las pantallas, con papeles en series como True Detective.
“Necesitábamos a alguien que pudiese reventar la sala con su habilidad a la guitarra (...), pero también tenía que ser un actor maravilloso. Habíamos visto a gente que podía hacer una cosa o la otra, hasta que Rick vino y lo tuvimos muy claro”, explica Streep sobre el papel de Springfield.
La actriz, que aprendió a tocar la guitarra eléctrica para la película, no desentona en absoluto y pone voz a versiones de clásicos del rock y a un par de temas más modernos, incluida una original interpretación del “Bad Romance” de Lady Gaga.
Springfield dijo a Efe que en ningún momento dudó de que Streep estaría a la altura. “Si puede lograr un acento australiano como ha hecho, me imaginé que podría dominar la guitarra”, bromeó.
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