En nombre de sus compatriotas que viven días difíciles en Estados Unidos, Omar Villarroel se propuso hacer una película, "Norte estrecho". El largometraje, que contó con la destacada participación de la actriz mexicana Carmen Salinas, se estrenó ayer en la capital cruceña. "Fueron siete años de arduo trabajo", cuenta el joven cineasta que escogió el tema de la inmigración de Latinoamérica para materializar su primer obra maestra en la gran pantalla. El realizador que en el 2000 se fue al país norteamericano regresa para reflejar la vida de los compatriotas bolivianos. "Me fui cuando tenía 15 años y pude ver de cerca el sufrimiento de las personas que emigran", señaló el cineasta, quien accedió a la entrevista con El Sol.
¿Cómo define el cine?
O.V.: El cine es el conjunto que incluye gente que pone su talento y arte para crear una obra audiovisual. Es también las personas que invierten para que el cine se haga realidad.
¿Cómo llega a realizarlo?
O.V.:Antes de irme a Estados Unidos trabajé mucho en el país en producción. Allá también ingresé a trabajar a un canal de televisión y no me alejé de lo que me gusta. En 2008 Tonchy Antezana me invitó a trabajar con la película "El cementerio de los elefantes". Esos fueron mis inicios. Después empecé a escribir un guión sobre el imperio incaico.
¿Cómo surge el tema de su película?
O.V.: Cuando me fui a Estados Unidos teníamos con mi hermano un negocio de videoconferencia. Ahí comunicábamos a los paisanos con sus familiares. En esas charlas escuchamos muchas historias que fueron la base de la película, así como las cosas que le pasaban a mi hermano, que era el que administraba el negocio (en la película es el personaje principal).
¿Cómo describe el trabajo que hace?
O.V.: Es un trabajo de la vida real. Las personas que lo dirigimos vivimos en el país del norte. Es un cine muy personal.
¿Cuál es el mejor trampolín para realizar un producción?
O.V.: En Bolivia realizar cine independiente es muy difícil. Pero si uno sabe luchar y buscar las distintas posibilidades, es posible. El hecho de que sea difícil, lo hace muy satisfactorio. Otro punto es ser realista y elaborar un proyecto que esté a tu alcance
¿Cuáles son sus directores favoritos?
O.V.: Tengo varios, pero valoro mucho el trabajo de Juan Carlos Valdivia y Paolo Agazzi.
¿Cómo es el espectador que desea para sus películas?
O.V.: Un espectador que se identifique con las historias y que le guste vivir experiencias.
¿Cómo ve el cine boliviano?
O.V.: Actualmente el cine en el país está con mucha producción y movimiento. Estamos viviendo momentos buenos en las que las producciones se destacan. Necesitamos de más producciones para tener un cine de exportación.
¿Qué consejos da para las personas que quieran incursionar?
O.V.: Lo primero su equipo. Tienen que ser personas que los acompañen en todas. Después producir un guión que les convenza y que sientan que es el guión. El secreto está en elegir el equipo y el guión.
Y el último consejo es no perder la fe en uno y se tiene que luchar hasta el fin.
'En Bolivia realizar cine independiente es muy difícil. Pero si uno sabe luchar y buscar las distintas posibilidades, es posible.'
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