Los cines Monje Campero, Multicine y Megacenter pondrán hoy este filme en cartelera.
Tenoch Huerta a es un actor mexicano, ganador del premio de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, fue quien personificó al minero boliviano Carlos Mamani. En la película se ve la humillación y denigración que recibe de parte de los mineros chilenos.
La representación de esta historia podrá verse desde hoy en los mejores cines de La Paz. En la misma, se destaca la participación del minero boliviano, quien sobrevivió a este hecho nefasto.
LA HISTORIA. El actor español Antonio Banderas, quien protagoniza la película "Los 33" sobre los mineros atrapados en 2010, dijo que dicha historia es "una lupa sobre el ser humano".
El 5 de agosto de 2010, 33 mineros (32 chilenos y uno boliviano) quedaron atrapados por un derrumbe en una mina del norte chileno y 17 días después se conoció que estaban con vida, tras lo cual se inició una carrera contra el tiempo para rescatarlos. La operación contempló perforar un orificio de 700 metros y bajar por allí una jaula, mediante la cual fueron subidos el 13 de octubre de 2010.
La premiere de la cinta de la mexicana Patricia Riggen, el 3 de agosto en Santiago, contó con la presencia de varios actores y algunos de los mineros rescatados en 2010.
El capataz de los 33 trabajadores, Luis Urzúa, dijo a la radio Biobío que la película no los representa y denunció que se realizó en términos no acordados con el grupo de trabajadores.
Relató que un grupo de abogados los asesoró para vender la historia: "nos hicieron unos contratos, pero al final vendieron toda nuestra historia a perpetuidad a un productor de Estados Unidos".
"Estamos disconformes porque significa que no podemos hacer nada más con nuestra historia", comentó, razón por la cual están buscando nuevos profesionales "para decidir cuál es la mejor forma de dar con nuestros derechos".
LA HISTORIA. Los mineros contaron que sintieron una especie de terremoto cuando hubo un derrumbe sobre ellos el 5 de agosto del 2010, lo que llenó de polvo los corredores más bajos de la mina de cobre y oro. Pasaron horas antes de que el polvo se aplacara y les permitiera ver. Sobre ellos las rocas se movían constantemente amenazándolos con nuevos derrumbes.
Por más de dos semanas nadie en la superficie sabía si habían sobrevivido. Hicieron que sus escasas provisiones de alimentos de emergencia para 48 horas duraran por 17 días, comiendo cápsulas de atún y sorbos de leche expirada mientras un conducto era cavado hasta su refugio que permitió que el mundo supiera que estaban vivos.
De vuelta en la superficie fueron recibidos como héroes. Les pagaron viajes a las islas griegas y desfilaron en Disney World. Pero la fantasía se esfumó cuando regresaron a casa. Muchos se quedaron sin dinero y tuvieron que ir a vivir a los barrios miseria de la ciudad desértica de Copiapó. Algunos comenzaron a tener problemas psicológicos y de salud. Otros cayeron en las drogas y el alcohol. La mayoría dice que no puede dormir en las noches por el recuerdo del accidente.
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