Mi epitafio dirá: ‘le faltaron dos semanas’, porque es la historia de mi vida, la que sufre todo realizador cinematográfico, a quien el tiempo nunca le alcanza y le dice a sus productores que le den dos semanas más para terminar la película”.
De eso está seguro Juan José Campanella, el primer director latinoamericano que logró hacer con 22 millones de dólares una película animada a la altura de Pixar o DreamWorks. Se llama Metegol y es, hasta el momento, la más costosa de la cinematografía argentina.
“Es una inversión muy alta para nuestro cine, pero muy baja cuando se habla de cine animado”, explica el creador argentino que se encuentra en Colombia, donde la película será estrenada mañana viernes.
Metegol estaba destinada a realizarse en un año o 18 meses a más tardar, pero se aplazó a tres años, “porque es una forma completamente diferente de hacer cine y en la que no podíamos ni parpadear para lograr llegar a la calidad que buscábamos”, explica Campanella.
Los inversionistas de un proyecto de esta magnitud, al principio, manifestaron sus dudas, al pensar que no podrían hacer un largometraje animado en tercera dimensión, con la calidad de los grandes monstruos de Hollywood, pero poco a poco, a medida que veían los primeros resultados, empezaron a ganar en credibilidad.
“Era natural que tuvieran esas dudas, porque una película Pixar puede tener un costo superior a los US$220 millones, DreamWorks quizá US$180 millones, y los productores franceses de Mi villano favorito, US$90 millones. Imagina que un argentino venga y te diga que hará algo similar con US$22 millones”, explica Campanella.
¿Qué importancia tiene el fútbol dentro de la película? Es el contexto de la película pero no es el tema, porque no hablamos del negocio y demás. Es como Casablanca que está en el contexto de la guerra pero no trata de la guerra; o Rocky, que se mueve en el mundo del boxeo, pero no es sobre este deporte. Metegol es una historia de amor y de superación. No hay que entender este deporte para poder deleitarse con la película, porque además no entiendo nada de fútbol.La mejor sorpresa que hemos tenido, es que las chicas la están disfrutando como loco, porque la historia de amor está más presente que el propio fútbol”, explica el director.
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