Buscar

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Julianne Moore, madre del terror en ‘Carrie’

En una época en la que el acoso escolar se ha convertido en ‘bullying’ y Stephen King se ha convertido en un autor demasiado comercial, Moore defiende en una entrevista con varios medios internacionales, entre ellos Efe, la necesidad de recuperar aquella historia de una niña cuya angustia se traduce en letal telequinesia.

“Es una película de terror y muy entretenida, pero sobre todo habla del efecto del aislamiento social, lo que hace en la gente”, asegura Moore, quien considera “extraordinario y más profundo de lo que parece” el libro de King, una de sus primeras obras, con cuya nueva versión Moore quiere asustar a la audiencia.

La actriz estadounidense interpreta a esa madre dominante que quiere mantener de manera psicopática a su hija fuera del pecado.

Y aunque es difícil quitarse aquellas icónicas imágenes de Sissy Spaceck cubierta de sangre en pleno baile de fin de curso (esta vez es Chloë Grace Moretz la asustadiza joven) y la directora Kimberly Peirce hereda el difícil testigo de De Palma, Moore asume un gran peso en la cinta, aún más que el de Piper Laurie en 1976.

Quizá la garantía de que lo viejo puede funcionar como nuevo es la propia Moore, quien reinventó los melodramas de Douglas Sirk en Far From Heaven (por la que ganó la Copa Volpi en Venecia) o se mimetizó con esos setenta que alumbraron el mito de Carrie aunque desde una perspectiva muy distinta, la del porno, en Boogie Nights.

De hecho, Julianne Moore representa todavía en las pantallas el espíritu ‘vintage’ dentro del género porno que obsesiona a Joseph Gordon Levitt en la comedia Don Jon: de una sensualidad más excitante por ser más real, menos anatómicamente perfecta, más elaborada y más narrativa. La antítesis de ese chico que está saturado de porno e inmune al sexo real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario