— ¿Hasta qué punto este proyecto es suyo o de Johnny Depp?
— De ambos, pero la chispa la prendió Johnny. Los dos vimos la serie de televisión, éramos fans, y durante años elucubramos con la posibilidad de adaptarla a la gran pantalla. Pero es que él siempre, y cuando digo siempre me refiero a desde que era crío, soñó con interpretar a Barnabas Collins. Creo que incluso hablamos de este proyecto la primera vez que trabajamos juntos. En resumen, creo que para Johnny era muy muy importante.
— Tanto, que incluso la ha producido.
— Es un trabajo muy diferente para él (risas)... que Johnny hizo que ni se notara en el día a día.
— ¿Johnny no envejece?
— Nada, está más joven que hace 20 años. Alice Cooper (que sale cantando un tema en el filme) es igual. No sé cómo lo hacen.
— ¿Pensó mucho en qué quería de salvar de la serie?
— Pues sí. Porque era una serie familiar, con humor, melodramática, negra... Lo importante era salvar sus esencias, y en mi caso como director, recuperar su tono.
— ¿Por qué a la gente le atraen tanto los vampiros?
— Veo películas de vampiros desde los cinco años, así que algo de criterio tengo (risas). Cada país tiene su propia leyenda vampírica, y creo que es porque a la gente no le gusta hablar de sexo y muerte, y los vampiros son la perfecta herramienta del subconsciente para reflejar esos miedos y deseos.
— ¿Le preocupa que la gente vaya a ver su película?
— Puff, es incontrolable, nunca puedes saber qué tendrá éxito, qué va a funcionar en taquilla. Nunca he empezado un filme planteándome la taquilla.
— Tiene suerte: todas sus películas parecen cercanas a sus gustos. ¿Nunca se prostituyó, por llamarlo de alguna manera?
— Bien fueran proyectos míos, bien encargos, siempre he luchado para que el material se acercara a mi mundo. Desde luego, Sombras tenebrosas es muy mía: se desarrolla en los 70 y la música (yo he escogido todas las canciones), el estilo, los personajes, el ambiente están en mi alma. Pero no entiendo el cine sin hacer personal cada fotograma.
— Lleva unos 20 años trabajando con la misma gente.
— Y es una fiesta. Repito con Johnny y Helena Bonham Carter (su pareja), pero me encanta la sensación de que dejemos entrar gente nueva a la extraña familia que se va formando en un rodaje.
— Hace 20 años que no trabajaba con Michelle Pfeiffer, desde Batman vuelve.
— No te lo vas a creer: en estos 20 años no habíamos hablado. Ella es sorprendente en su trabajo, y me telefoneó porque también era fan de Sombras tenebrosas. Estoy muy muy contento de repetir.
— Johnny Depp dice —porque le puso unas prótesis en los dedos y colmillos de vampiro— que rodar con usted es una especie de tortura.
— (Carcajadas) Siempre encontrarás a alguien que acusa al director de torturarle. Y en este caso, bueno, sí, es el momento de reconocerlo.
— ¿Cómo lleva su largo de animación Frankenweenie?
— Pues muy bien, gracias. Estamos rematando la música. Nos queda poco.
— ¿Quién es más cercano a usted, Johnny o Helena?
— Vaya... Concedamos que son relaciones distintas. Y eso salva ambas amistades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario