El Festival Iberoamericano de Cine perdió al presidente en ejercicio de su entidad organizadora, la Fundación para la Educación las Artes y Media (Fedam), Homero Carvalho, y también su sede. Ayer, la gerente de Bella Vista Cines, Mariela Menacho, confirmó que su empresa se margina del evento que acogió en sus inicios y en 2011, tras seis años de interrupción.
“Hablé con Ariel (Gamboa) para planificar la organización de este año, quedó de volver y no volvió más. No se puede hacer un festival sin planificación y solo con Ariel y Cecilia (Antezana). El año pasado lo hicieron entre tres, con Homero Carvalho. Mi decisión es irreversible”, dijo la empresaria a EL DEBER.
Gamboa y Antezana son los mentores del evento, que este año debe alcanzar su decimocuarta versión.
Por su parte, Carvalho confirmó que hizo conocer su renuncia al cargo mediante una carta que entregó a Gamboa los primeros días de mayo. En la misma aduce “motivos personales”, “necesito dedicarme exclusivamente a la literatura porque eso es lo mío”, señaló el escritor y afirmó que su decisión es definitiva.
Asumió que el año pasado la organización del festival tuvo solo a tres personas: él, a cargo de la comunicación y como rostro visible y anfitrión. Detalló que la parte económica estuvo, como siempre, en manos de Cecilia Antezana y de Ariel Gamboa. Otra señal que no está a favor del festival tiene que ver con las estatuillas que merecieron los ganadores de 2011. Seis de ellas permanecen guardadas en Bella Vista Cines sin haberlas entregado a sus dueños, los ganadores extranjeros. Según Carvalho, que se enteró del hecho este año, el transporte de los Tatú Tumpa hasta los países que corresponde no fue posible porque el envío no estaba presupuestado, más aún dado que resulta caro por el alto peso de cada trofeo.
Carvalho también corroboró que “la Fedam está disminuida”. Actualmente la integran Gamboa, Ricardo Pol y Ramón Rocha Monroy, los dos últimos de Cochabamba.
Recordó que los años de bonanza del festival fueron los que tuvieron en la cabeza a Carlos Saavedra y a Carlos Kempff, que no solo gestionaban recursos, sino que tambien ponían de sus fondos personales. En los últimos años dejaron de aportar al festival las empresas privadas, entre ellas las petroleras, por ello dejó de hacerse el concurso de guiones y de cortometrajes que auspiciaba Petrobras.
Para este año, confirmó Carvalho, solo están seguros el auspicio de la Gobernación (10.000 dólares) y de la Alcaldía (8.000 dólares). “La última vez que hablamos, Ariel Gamboa me dijo que el festival de este año sí se hace”, mencionó.
Gamboa no fue ubicado por este medio interesado en consultar cuál es la posición del festival ante las dos renuncias y sobre el futuro del festival.
El Festival Iberoamericano de Cine de Santa Cruz de la Sierra se hace desde 1998. Logró situarse entre los principales acontecimientos culturales del país.
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