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miércoles, 4 de octubre de 2017

Duro de Cuidar: Rivalidad de alto voltaje y la posible unión de fuerzas

SINOPSIS

El mejor guardaespaldas mundial (Ryan Reynolds) recibe el encargo de proteger la vida de su enemigo mortal, uno de los sicarios más famosos del mundo (Samuel L. Jackson). El incansable guardaespaldas y el asesino manipulador llevan años enfrentados y ahora deberán convivir durante 24 horas frenéticas. En un emocionante y trepidante periplo que les llevará de Inglaterra a La Haya, vivirán persecuciones en coche a toda velocidad, extravagantes huidas en barco y se verán las caras con un despiadado dictador de Europa Oriental [Gary Oldman] sediento de sangre. Salma Hayek se une a la fiesta como la igualmente famosa esposa de Jackson.

SOBRE EL FILME

Casi todos los que se han cruzado alguna vez con el letal Darius Kincaid (Samuel L. Jackson) en cualquier lugar del mundo lo quieren muerto, pero eso solo ocurrirá si Michael Bryce (Ryan Reynolds), el guardaespaldas contratado para protegerlo a cualquier precio no le dispara primero presa de la furia. La rivalidad de alto voltaje y la posible unión de fuerzas entre un pistolero de primer nivel y un especialista de la protección dan lugar a una impactante y trepidante comedia de acción que combina los géneros del thriller de asesinos a sueldo, el romance con guardaespaldas y la comedia a dos en una aventura irreverentemente divertida. En un divertido “romance de amigos” entre los taquilleros Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson, peleas cuerpo a cuerpo y persecuciones a toda mecha, El Otro Guardaespaldas ofrece risas a raudales y acción trepidante.

Todo comienza cuando la Interpol llega a un arriesgado acuerdo con un recién apresado Kincaid: si acepta ser el testigo estrella en el juicio contra el sanguinario tirano bielorruso Vladislav Dukhovich (Gary Oldman) en la Corte Penal Internacional, sacarán a su querida e igualmente peligrosa esposa Sonia (Salma Hayek) de la cárcel. Solo hay un problema: Interpol dispone únicamente de 24 horas para trasladar a Kincaid desde el norte de Inglaterra hasta La Haya, y sabe perfectamente que el camino estará plagado de asesinos y matones al acecho.

Las cosas se complican desde el primer momento, cuando la agente de la Interpol Amelia Roussel (Elodie Yung) cae en una emboscada con el convoy de la prisión en el que va Kincaid. Decidida a que este llegue a su destino, llama a la única persona capaz de proteger a cualquiera: su amargado y quemado exnovio y antiguo guardaespaldas de primer nivel, Michael Bryce. En su día, Bryce estuvo en la cima de su profesión, pero cuando un trabajo salió mal, las cosas se torcieron para él. Es su gran oportunidad, pero no le apetece en absoluto trabajar con Kincaid. Los dos se conocen, y es que pasó mucho tiempo esquivando sus balas, así que la vida del sicario es la última que Bryce querría salvar, y ni hablar de poner la suya en riesgo por alguien así.

Cuando el escéptico asesino a sueldo y el guardaespaldas totalmente desmotivado se embarcan en una carrera contra los secuaces que les acechan en cada esquina, sin quererlo, forjan un vínculo tan curioso como fuera de lo común. Puede que no confíen el uno en el otro al tener a mano su arma, pero un volátil cóctel de admiración y agudeza les servirá para permanecer juntos el tiempo suficiente para llegar a La Haya, reavivar un romance, salvar a Sonia y devolver al guardaespaldas su estatus perdido.

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