ARGUMENTO
Treinta años después de lo ocurrido en la primera película, un nuevo Blade Runner, el oficial de la Policía de Los Ángeles K (Ryan Gosling), desentierra un viejo secreto que puede provocar el caos en lo que queda de sociedad. El descubrimiento de K le sitúa en la misión de encontrar a Rick Deckard (Harrison Ford), un antiguo policía que ha estado desaparecido durante los últimos 30 años.
HARRISON FORD VUELVE A LA CAZA
A sus 75 años, Harrison Ford sabe de sobra que su legado siempre estará unido al cine de acción y de aventuras, un género al que llegó casi de casualidad al conocer a George Lucas durante las audiciones para Star Wars mientras trabajaba de carpintero. Ahora, añade una más con la secuela de Blade Runner, en la que se vuelve a poner en la piel del cazador de replicantes Rick Deckard. “Espero haber hecho un buen trabajo”, ha bromeado durante la presentación de la cinta de Denis Villeneuve, en Madrid. “De hecho, es otra oportunidad para expresar las ideas que se mostraron en la primera entrega, por si no las llegué a contar del todo bien”.
Blade Runner 2049, supone el regreso de Ford a una de sus interpretaciones más celebradas y que, en esta ocasión, comparte protagonismo con Ryan Gosling. “Ha sido bastante fácil trabajar juntos. Ryan es un gran storyteller, cuenta muy bien las historias y más cuando ésta es una película muy difícil de relatar”.
Al igual que en la original (1982), el guion es de Hampton Fancher -que adaptó la novela de Philip K. Dick- y de Michael Green, y cuenta con nuevos personajes interpretados por Ana de Armas, Robin Wright o el ganador de un Oscar, Jared Leto, entre otros.
Qué es lo que define a un ser humano es la pregunta que plantea Villeneuve en esta nueva entrega que se desarrolla 30 años después de los eventos que tienen lugar en la primera. En aquel entonces, nadie podía haber imaginado como Blade Runner acabaría resonando en la cultura moderna, siendo pionera en lo que vendría a ser un nuevo género completamente: el ciberpunk neo-noir.
Hoy en día, la obra visionaria del múltiple nominado al Oscar Ridley Scott (Misión Rescate, Gladiador) es considerada una de las más importantes y rentables aportaciones la historia que, aunque no funcionó en taquilla en su momento, con el paso de los años se ha convertido en una película de culto.
La historia describía un futuro en el que, mediante la ingeniería genética, se fabrican humanos artificiales a los que se denomina replicantes y se les emplea en trabajos peligrosos en las colonias exteriores de la Tierra. Éstos fueron declarados ilegales tras un sangriento motín ocurrido en Marte, donde trabajaban como esclavos. Un cuerpo especial de la policía, Blade Runners, se encargó de identificar, rastrear y matar a todos aquellos fugitivos que se encontraban en libertad.
“Fue bastante complicado hacerla, aunque tuvo bastante éxito. Con el paso del tiempo, la gente ha ido cogiendo las claves y el verdadero mensaje de la película”.
En esta nueva entrega, rodada en Hungría, un nuevo Blade Runner, el Agente K del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), desentierra un antiguo secreto que tiene el potencial de sumir lo que queda de la sociedad en el caos. Este descubrimiento le conduce a la misión de encontrar a Deckard, un antiguo agente que ha estado desaparecido durante tres décadas.
“Hemos estado trabajando mucho para dar una visión de futuro real”, ha apuntado. “Evidentemente, hay ciertos aspectos que han tenido efectos negativos, como el cambio climático que no sólo no ha mejorado sino que ha ido a peor. Aun así, el ser humano puede adaptarse, estrechar relaciones y estar, incluso, cómodo”.
En ese sentido, Ford ha subrayado que el objetivo tanto de Scott -que ejerce como productor ejecutivo- como de Villeneuve era conseguir la máxima expresión visual de las ideas y de las reacciones que viven los personajes. “La parte más compleja del puzzle era realizar las articulaciones y los nexos humanos. Aunque creo que es más interesante no responder a la pregunta”, ha señalado el actor.
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