Tras décadas de prejuicios contra las historias “trans”, Tom Hooper rompe con los esquemas y se atreve a contar la historia de Lili Elbe a través de la pantalla grande con La chica danesa. El director habla sobre los atributos que conforman a esta cinta cuyo protagonista es Eddie Redmayne (como Einar y Lili), al tomar un camino pedregoso en la actualidad por el tipo de tema que aborda. Sin embargo, la película es una ventana abierta para conocer un mundo que buscará sacar al espectador del margen en esta temática.
- En cada película trabajas con cambios, pero ¿esta película te hizo cambiar a ti?
- “Creo que me ha cambiado en términos que he ido en un gran viaje de entendimiento sobre la experiencia ‘trans’ y la comunidad transgénero. Me enamoré del guión desde la primera vez que lo leí, siendo que yo nunca había estado en este viaje, así que creo que ha sido un viaje muy enriquecedor y gratificante”.
- Vamos a la escena, hablemos de la historia de Lili y Gerda, y cómo fue que se inició.
- “Bueno, todo empezó con el enamoramiento de un gran guión. Yo no les puedo decir lo raro que es encontrarse con grandes guiones que no se han hecho, es decir, hubo años en los que leí 60 guiones y me costó encontrar uno que yo quisiera realmente hacer. Eso lo hace uno de los mejores proyectos que he leído. Me hizo llorar y me conmovió tanto el guión que me hizo sentir atraído por lo que es. Esta es una historia de amor sobre una pareja de jóvenes y ambos son artistas que viven en Copenhague en los años veinte, donde el marido trata de comprender que es una mujer en su interior, y esto se vuelve el retrato de un matrimonio que pasa por ese cambio profundo donde el amor es el mediador a lo largo de esta transformación”.
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