El director estadounidense Quentin Tarantino defendió el derecho de los ciudadanos a tener un arma, aunque no justificó la tenencia de las automáticas, en declaraciones entregadas al diario alemán "Frankfurter Rundschau".
"En principio creo que todo el mundo tiene derecho a tener un arma. Yo mismo tengo una porque vivo solo en una casa grande y quiero poder defenderme", declaró el director ganador del premio Oscar, de 49 años.
"Existen fans de las armas, cazadores y coleccionistas de armas. Todo eso está bien. Sin embargo, lo que es peligroso, imprudente e injustificable son las armas automáticas, destinadas al ámbito militar", indicó.
En su opinión, no existe razón alguna que justifique que una persona posea este tipo de artefactos, que en pocos segundos pueden disparar 30 ó 40 balas, en clara referencia al debate abierto en Estados Unidos luego de la masacre de Newtown, ocurrida en diciembre pasado.
El ganador de un Oscar con la clásica cinta "Pulp Fiction", se encuentra de gira presentando su última película "Django sin Cadenas", recientemente estrenada en Alemania. El western de casi tres horas de duración pretende dejar en claro la dureza de la esclavitud que se desarrolló en Estados Unidos durante los siglos XVII y XIX.
"La esclavitud fue un holocausto, uno que duró 245 años", comentó. "No fue menos horrible que el holocausto en la Segunda Guerra Mundial o el genocidio de los armenios", señaló. Según Tarantino, los estadounidenses tienen miedo de sentarse a hablar sobre el tema.
"Nadie quiere realmente tratar este tema, ni los blancos, ni los negros. La mayoría de los países se ven forzados a afrontar, tarde o temprano, sus pecados del pasado. Sin embargo, en Estados Unidos han conseguido evadir el tema. En las mismas escuelas se aprende más sobre la fiebre del oro que sobre la esclavitud".
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