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miércoles, 10 de octubre de 2012

Vikingo retrata vida de motociclistas

En la primera noche, el filme tendrá la presencia de motoqueros de La Paz.

La vida de los motociclistas argentinos, con sus códigos y sus realidades, son parte esencial de Vikingo, la nueva película de José Campusano, que será estrenada hoy simultáneamente en la Butaca Uno del Megacenter y la Cinemateca Boliviana a las 19.30.
PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA. Con esta nueva cinta, que Campusano tiene en su cabeza desde 1986, el director retrata en formato del estilo literario conocido como realismo sucio, la vida de Rubén Orlando Beltrán, un motociclista del sur del conurbano y su familia.
Nadie sabe quien es Beltrán porque al hombre lo conocen por sus apodos de Loro o Vikingo, una leyenda entre los motociclistas de zona sur. Estos motociclistas no circulan en las carísimas Harley Davidson.
Vikingo y sus amigos reciclan viejas motos, a veces las convierten en enormes triciclos, con motores viejos -inclusive de autos- con largas horquillas, munidas de simbología del heavy metal como cuernos, calaveras y dragones. La cinta tiene un estilo documental, pero es una ficción-realidad, ya que no hay actores y Campusano sólo trabajó con guiones en algunos segmentos, mientras que en otros metió su cámara en la vida de los protagonistas.
La producción no cuenta con actores que interpretan personajes de ficción, sino, sucede que los roles frente a las cámaras son desarrollados por motociclistas del conurbano bonaerense que reflejan sus propias vidas, Vikingo despertó en varios festivales la curiosidad de la gente asistente (Datos extraídos de Aquishow.com.ar y Primeraplanamundial.com).

LOS PRECEPTOS MORALES PRESENTES EN EL ARGUMENTO DE VIKINGO. La producción cinematográfica Vikingo es un relato a través del cual se expone, con la vehemencia con que la vida misma establece, un conflicto de facciones surgidas en la periferia de Buenos Aires.
El protagonista es un respetado motociclista de vida licenciosa, pero paradójicamente rígido en lo que hace a la aplicación de los preceptos morales.
El honor y respeto son sus códigos aunque no estén presentes en forma coherente en todas las dimensiones de su vida.



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