A unque parecía incierta la realización del XIV Festival Iberoamericano de Cine de Santa Cruz de la Sierra, la organización del evento se repuso incluso a la falta de sala y concretó su edición, la misma que cumplió con una decena de días en la cartelera de Cine Center con su programa competitivo. Este año el festival se sobrellevó la crisis que afectó sus últimas versiones aunque con escaso público.
Según Mara Martonelli, gerenta operativa de la multisala, el festival 2012 atrajo a 344 personas hasta el jueves, que presenciaron 24 funciones de 12 películas en competencia y otras que fueron parte de las muestras paralelas de homenaje a los cineastas galardonados.
La ejecutiva informó de que la película más vista fue Un cuento chino (Argentina) con 57 espectadores, seguida por Sal (Chile), con 48. Confirmó también que la programación no sufrió modificaciones como sucedió los años previos y que fueron proyectadas copias en 35mm y en BluRay.
La calificación que asigna Cine Center a la organización es de “aceptable”, aunque aún aqueje al evento la falta de promoción y la ausencia del público, pese a que este año el costo de la entrada (Bs 15) fue menor al de años pasados.
Sin embargo, los organizadores ven como positiva su apuesta, puesto que contaron con los invitados internacionales previstos y la proyección completa de películas.
Hubo cinéfilos respaldaron la cita cinematográfica, como Ever Céspedes, jubilado bancario. “Vengo porque son películas escogidas y no es un cine comercial, y porque debemos apoyar este tipo de actividades que, lamentablemente, no cuentan con la presencia de público en la cantidad que debiera”, afirmó.
Marialena Rivera, farmacéutica, leal asistente, manifestó que hubo desinformación. “En boletería me dijeron que no se iba a proyectar la película, pero insistí porque lo leí en el periódico y, efectivamente, estaba programada”, dijo.
El jurado, que estuvo integrado por el director argentino Víctor Dínenzon, el director nacional Claudio Araya y el actor Cristian Castillo, destacó la diversidad de la muestra y la permanencia de la cita. “En términos de volúmenes tal vez no se vea un ambiente de festival, pero la calidad y el calor humano fue evidente”, sostuvo Araya.
«El festival no se desgasta»
Ariel Gamboa / Fundador del Festival iberoamericano de cine
- ¿Teme que su imagen se desgaste por llevar adelante el festival en estas condiciones?
- Soy solo uno más de los gestores, mi imagen tiene relación con mi compromiso por hacer un bien en beneficio de la ciudad. La imagen del festival no se desgasta, lo validan los invitados.
- ¿Qué hace falta para renovar el festival?
- Compromiso, no soy yo el que tiene los contactos, sino el propio festival. Desde hace tres años no estoy al frente del encuentro, no soy la imagen pública, porque promuevo la renovación.
- ¿Hacer el festival en estas condiciones es un capricho suyo?
- Cómo podría ser un capricho, es tremenda responsabilidad, porque estamos hablando de un patrimonio departamental de cultura, está institucionalizado. Las personas que quieran contribuir al festival pueden sumarse a la Fundación para la Educación de las Artes y Media (Fedam).
- ¿Rinde cuentas?
- Estoy aquí desde hace 14 años, y de todas maneras no tienen que pedírmelas a mí, sino a la Fedam, que es la que descarga sus cuentas ante los organismos gubernamentales. Este año hemos hecho un festival con Bs 18.500 de la alcaldía y Bs 68.000 de la Gobernación.
- ¿Cuál es su compromiso para el próximo año?
- No puedo prometer más de lo que las instituciones llamadas por ley otorguen al festival. Solo (comprometo) mi gestión para buscar fondos en el sector privado porque soy trabajador del audiovisual.
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