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martes, 30 de octubre de 2012

Disney entrega a Ralph

Los estudios Disney abandonan los cuentos de hadas esta Navidad para sumergirse en el mundo del videojuego con "Wreck-It Ralph", un filme que se apoya tanto en la nostalgia de los juegos de "arcade" de los años '80 como en el entusiasmo por el hiperrealismo de los modernos.

Disney confió la realización del filme -que sale el viernes en Estados Unidos y entre diciembre y enero en Latinoamérica y España- a Rich Moore, un veterano de la animación notorio en particular por haberse ocupado de varios episodios de la serie de culto "Los Simpson".

No es la primera vez que el estudio de Mickey se interesa en el universo del videojuego. Ya fue precursor de esta clase exploración en el pasado, cuando en los '80 realizó el filme "Tron", que tuvo una secuela en 2010.

Pero intentar sintetizar este universo con el cine animado ("Tron" se realizó con tomas reales) sí es una novedad para Disney, que trabaja sobre este concepto desde hace más de diez años.

En lugar de adaptar videojuegos existentes, como lo intentaron sin demasiado éxito otros estudios, Disney decidió inventarlos. "Queríamos representar distintos géneros de videojuegos, los que nos gustan y con los cuales pensamos que la gente podía identificarse", explicó Rich Moore a la AFP.

La historia, en la que se siente la influencia de Pixar -propiedad de Disney-, sigue las aventuras de Ralph, el "villano" de un juego pixelado típico de los años '80 al estilo de Pac-Man o Space Invaders. "Un mundo muy simple, a la antigua", según Moore.

Harto de ser el malvado de la historia y condenado luego de destruir un edificio que el "gentil" Félix repara de inmediato con su martillo mágico, Ralph huye a otros videojuegos para intentar ganar una medalla de campeón, indispensable a sus ojos para recuperar un poco de amor propio.

"Lo que tiene de interesante, es que es un personaje lleno de imperfecciones", explicó a la AFP John C. Reilly, que hace la voz de Ralph en inglés.

"Cree saberlo todo cuando en realidad no sabe nada, está muy seguro de sí mismo; siembra el desorden, comete errores, es codicioso, egoísta", explicó el actor de 47 años, quien apareció recientemente en "Carnage" (2011), de Roman Polanski.

"Al principio, siente lástima por sí mismo, culpa al mundo entero de su desdicha. Pero luego se da cuenta de que las soluciones no vendrán desde afuera, sino que tiene que buscarlas en su interior", agregó.

En el curso de sus aventuras, Ralph descubrirá mundos muy diferentes al suyo, comenzando por el hiperrealista Heroes Duty, un juego de combate en la ficción al estilo del juego de culto Call of Duty.

"Había un contraste interesante entre su mundo y el de Heroes Duty, que es muy agresivo y realista", con gráficos "ampulosos", observó Moore.

Para completar el cuadro, el cineasta inventó un juego de "carreras" bautizado "Sugar Rush", donde Ralph se hace amigo de Vanelloppe von Schweetz, una pequeña traviesa y solitaria.

Sugar Rush, un juego muy colorido de inspiración japonesa, "tiene la atmósfera de un lugar para niños pequeños, inocentes", pero sus paisajes de bombones multicolores disimulan una realidad más sombría, observó Moore, quien se dice gran fan de los videojuegos, al igual que el actor Reilly.

"Soy de la generación de los primeros videojuegos. Pasar del 'flipper' a Space Invaders fue un salto enorme", recordó el actor. "Yo era un fanático. Pero hoy en día, ya no juego más. El mundo entero se ha vuelto un videojuego".

AFP

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