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lunes, 8 de mayo de 2017
Ukamau y la urgente exigencia de una formación seria en cinematografía
La Escuela Andina de Cinematografía y la Fundación Grupo Ukamau inuaguran este 29 de mayo la primera versión del Curso regular de cinematografía.
Esta propuesta responde a una problemática de la academia que en palabras de César Perez, cineasta representante del Grupo Ukamau, “es prácticamente una especie de burocracia académica que no toma en cuenta la demanda laboral, en especial en las áreas de la comunicación. La UMSA abre la carrera de cinematografía, pero no toma en cuenta que si bien es atractiva para los jóvenes, pues se inscribirán cientos, luego no existe oferta laborar en este medio para ellos”.
Entonces, la oferta parece responder a la apertura de espacios laborales para los docentes y la institución de formación, pero no para los futuros profesionales.
“En el ámbito académico hemos encontrado que hay serias deficiencias en las escuelas tanto en Cochabamba como en La Paz; las ofertas no son más que para formar técnicos en algunas cosas y pare de contar; y no se los dicen”, indica Pérez refiriéndose a las promesas que las instituciones de formación hacen a los demandantes. “Les prometen hasta competencias para la dirección pero no es serio y es muy preocupante”, aclara el cineasta.
Pérez considera que el Estado tiene que evaluar la pertinencia de la apertura de carreras que luego engrosan el desempleo.
Frente a estas situaciones y este campo variopinto de las comunicaciones y de la calidad y responsabilidad cinematográfica especialmente, La Escuela Andina de Cinematografía presenta este curso.
La propuesta tiene dos etapas, una etapa introductoria de un mes de duración y la etapa del curso regular, que además de la formación técnica, práctica y teórica, implica el análisis crítico, la problematización y la proposición; “con el afán de sentar precedentes de algo más serio, se pretende dar una formación lo más seria posible y atender ciertas preocupaciones de cómo incidir en la nueva ley del cine. Ese seria un punto de incidencia en el taller” informó César Pérez.
El curso persigue la intención de situar los conocimientos en el orden adecuado y problematizarlos. Lo central de este taller es ubicar las materias a partir de lo que se conforma como proceso de producción y quehacer cinematográfico; “la critica y el análisis de la cinematografía, que por ejemplo nos daría un derrotero para configurar la cara del nuevo cine boliviano. El propósito es modelar de alguna forma, desde la docencia del taller, una aproximación a lo que sería el cine nacional, porque no la hay hasta ahora de manera clara”, explica Pérez.
Responder a esta necesidad implica asumir que no se puede definir el cine boliviano actual, “porque la diferencia está en que el cine boliviano conocido hasta ahora, no tiene los mismos elementos que se configuran en un estado plurinacional”, afirma el profesional. Para construir el perfil de lo que es un nuevo cine nacional, se debe discutir respecto de los nuevos elementos de la coyuntura actual; y son los que podrán tratarse en el curso regular.
Por otro lado, el valor del equipo de docentes de este curso “es la responsabilidad social de una formación en cinematografía, frente a la irresponsabilidad de la oferta académica actual”, indica Pérez.
El curso cuenta con profesionales en diferentes áreas del proceso productivo cinematográfico, con una experiencia y recorrido extensos en la práxis y el conocimiento especializado. El programa de estudios y otras referencias se puede consultar en la misma escuela; hay 30 cupos para el curso y promete una sólida noción del ámbito productivo y creativo de la industria cinematográfica.
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