El nombre Django resulta familiar para los seguidores del spaghetti western: el primer personaje que interpretó Franco Nero en 1966 fue en Django. Nero se unió a la producción para hacer un cameo en Django sin Cadenas. “Para nosotros los austríacos Django era un nombre archiconocido. No era el de Franco Nero sino Django”, explica Waltz. “Todos los spaghetti western que aparecían, incluso los más desconocidos, en la versión alemana tenían la palabra Django en el título, aunque no hubiera un Django en la historia. Simplemente ponían Django porque en realidad era una palabra clave, como si fuera el nombre del género. Si la palabra Django estaba en el título ya se sabía que se trataba de un spaghetti western”.
“Me gusta evocar el título de Django por lo que significa para el spaghetti western y su mitología”, establece Tarantino. “Al mismo tiempo, existen unas 40 falsas secuelas de Django que tienen su propio lugar dentro de la historia del género. Estoy orgulloso de decir que somos una nueva edición de esas falsa secuelas de Django que no tienen nada que ver con él”.
Desde luego, el Django original fue tan popular que otras películas tomaron prestado el nombre como herramienta de marketing. Entre los títulos más imaginativos se incluyen Otro maldito (Django, Kill); Django The Avenger; El clan de los ahorcados (Viva! Django) y Ballad Of Django, por nombrar algunos.
Tarantino finalizó el guión el 26 de abril de 2011 y comenzó a compartirlo con amigos y compañeros de profesión.
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