El personaje principal de la realización interpreta a un campesino, un minero y un fabril. Aparece en tres “cortos” y, hasta ahora, se desconoce su autor.
Emeterio es considerada la primera animación boliviana de la que se tiene conocimiento hasta ahora y data de 1961, según Iván Castro, animador nacional, quien emprendió su búsqueda en 2001.
Castro, miembro de la Asociación Internacional de Filmes Animados (Asifa), recuerda que para dictar su primer taller en la Academia Nacional de Bellas Artes, en 2001, recopiló información sobre la historia de la animación boliviana y encontró datos sobre Emeterio.
Al respecto, el animador dice: “En el libro La aventura del cine boliviano, escrito por Carlos D. Mesa, encontré en un párrafo que habla sobre el Instituto Cinematográfico Boliviano (IBC) una línea en la que se menciona a Emeterio”.
LOS INICIOS DE LA BÚSQUEDA. Castro, motivado por la inquietud que le despertó el texto de Mesa, se acercó a las oficinas de la Cinemateca Boliviana a consultar sobre la existencia de esta animación con Pedro Susz, en aquel entonces director de la institución.
“Pedro Susz me dijo que Emeterio estaba en negativo y tuve la idea de un proyecto para recuperar el material, aunque luego esto no fue necesario”, afirma el artista.
UNA AGRADABLE SORPRESA. Como antecedente, Castro explica que, en 2005, Bolivia fue el tercer país en Latinoamérica que se unió a la celebración del Día Mundial de la Animación, después de Argentina y Brasil. Al año siguiente, al ultimar detalles para el festejo del segundo Día Internacional de la Animación en Bolivia, Castro comentó a Elizabeth Carrasco, responsable del archivo de la Cinemateca, que aún tenía la inquietud de restaurar la serie de cortometrajes de Emeterio.
Carrasco revisó su base de datos y encontró las animaciones en mejor estado del que esperaba e informó a Castro que éstas estaban en positivo, a color y con sonido. Fueron juntos al depósito de la Cinemateca y hallaron el material en una lata de 16 milímetros, escondido al fondo del depósito. “Ahí encontramos el ‘primer dibujo animado boliviano’, que lo pongo entre comillas porque no hay datos de la procedencia ni del autor. Habría que hacer un proyecto para investigar y acceder al material”, dice Castro.
El profesional en animación cuenta que los tres cortometrajes, cada uno con una duración de un minuto, son una especie de spots, producidos por el ICB, para promocionar la Revolución de 1952. “En los spots están Emeterio el campesino, Emeterio el minero y Emeterio el fabril. En éstos se incita a la organización del trabajo y a la creación de sindicatos”, explica Castro.
Es así que a partir de una inquietud y una pasión, el 28 de octubre de 2006, se reestrenó Emeterio en el Cine 6 de Agosto para celebrar el Día Mundial de la Animación.
2001 Es el año en que el animador Iván Castro comienza a investigar sobre Emeterio.
Aún queda por investigar sobre el primer referente de la animación en bolivia. Acerca de la procedencia, Castro explica: “Tengo serias dudas de que sea realmente boliviano porque, si bien la locución es de Lalo Lafaye, hay voces que son muy argentinas, incluso hay un fantasma (personaje) que tiene el tono de voz de Petete. Entonces, por eso estoy en la intriga sobre si lo hicieron acá o en Argentina, aunque el personaje es evidentemente boliviano”. El animador dice que sus dudas surgen a partir de algunos paisajes que
se observan en los “cortos”.
“Dudo sobre si lo hicieron acá, porque algunos elementos, como los paisajes del altiplano con muchos cactus similares a
locaciones de vaqueros del oeste, parecen un cliché de quienes diseñaron todo esto”, afirma.
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