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sábado, 19 de septiembre de 2015

Jorge Cuéllar, el cruceño que vive entre dibujos animados

Jorge Cuéllar es un cruceño que vive entre dibujos animados. Y es que este especialista de la animación se dedica a dar vida a personajes de compañías como Disney Channel, Discovery Kids, Coca Cola, MTV y Plaza Sésamo.

Tiene 27 años y desde hace ocho radica en Buenos Aires. Actualmente es docente de la carrera de Videojuegos en la Universidad de Palermo y es coordinador académico en el instituto Image Campus. Desde JORC, su ‘home studio’, se dedica a realizar trabajos para todo el planeta.

Secretos
Jorge comenta que para llegar a los estándares de calidad competitivos hay que tener tenacidad, experiencia, autogestión y entender el proceso de producción de la animación. Considera que es importante mostrar al mundo las habilidades que se tiene como profesional y que un blog y las redes sociales son aliados ineludibles. Explica también que el dominar cada etapa del desarrollo de animación agrega una ventaja sobre otros especialistas.

Cuéllar considera que hace falta institucionalizar la carrera de animación como profesional para que la industria despegue en nuestro país. “El 90% de la industria cultural se hace con recursos humanos y el otro 10% con recursos tecnológicos”, dice.

Asegura que la animación necesita mucha pasión, dedicación y también paciencia. “La formación es fundamental, porque mientras más entrenamiento se tenga, se cuenta con más recursos para materializar lo que uno tiene en la cabeza”.

El especialista observa que la animación en Bolivia se concentra en la publicidad, pero que al no haber formación profesional, se trata de trabajos simples y sin innovación. “Nuestro país tiene una riqueza cultural inmensa en la cual inspirarse. Hay leyendas, paisajes, personajes, vestimentas, animales y una infinidad de colores. Pero si quiero hacer un producto maravilloso, no hay profesionales, por más que haya dinero, no hay formación”.

Opciones
Cuéllar señala a las becas de estudio como una alternativa para los jóvenes bolivianos que deseen formarse en animación. Y sugiere organizar una fundación para invitar a buenos profesionales a compartir su conocimiento.

Entre risas Jorge revela que la animación es un medio caro. “Es igual o un poquito más que el cine porque estás pagando el tiempo de los recursos humanos”. Y explica que los precios dependen de la dificultad del producto.

Finalmente, entre las aspiraciones que tiene nuestro coterráneo está el terminar su segunda carrera, una licenciatura en Negocio en Diseño y Comunicación.
Jorge estudia esta carrera para entender a profundidad la maquinaria de la industria cultural y generar contenidos independientes que sean autosustentables y sostenibles

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