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sábado, 24 de septiembre de 2011

Kore-eda, Terence Davies y Enrique Uribizu favoritos para la Concha de Oro

¿Logrará el japonés Kore-eda el "Milagro"? ¿Terence Davies pescará la Concha de Oro en "The Deep Blue Sea"? ¿O sí habrá Concha para los "malvados" de Enrique Urbizu? La suerte está echada, pero no hay claro favorito en esta 59 edición del Festival de San Sebastián que hoy entrega sus premios.

El jurado presidido por Frances McDormand es el que tiene la última palabra, que pronunciará hoy en la gala de clausura al desvelar el reparto de las codiciadas Conchas del tradicional certamen cinematográfico de la capital donostiarra, en el norte de España.

Teniendo en cuenta que las grandes favoritas de otras ediciones se fueron de manos vacías, es arriesgado hacer quinielas pero ya hay favoritos.

El maestro japonés vuelve a San Sebastián con una pacífica, entrañable y sutil venganza llamada "Milagro", cinta en la que explora con ternura las preocupaciones y complejidades de la psicología infantil, y que sería la opción menos discutible.

Menos unanimidad despertó "The Deep Blue Sea", del británico Terence Davies, pero las reacciones más favorables fueron apasionadas. Apuesta sin rubores por el melodrama de suntuosa elegancia, protagonizado por Rachel Weisz, y un premio serviría para poner en el mapa a un director de prestigio internacional que apenas ha estrenado una película en España.

Davies reinterpreta en su película "Madame Bovary", de Flaubert, y por caprichos de programación, lo mismo hace Arturo Ripstein en "Las razones del corazón", con una perspectiva diferente por descarnada y miserable, cuyos resultados más que notables podrían granjearle un récord pues sería su tercera Concha de Oro.

Si la 59 edición decide dejar en casa al ganador, la opción más lógica sería "No habrá paz para los malditos", de Enrique Urbizu, que suena más fuerte en el apartado de interpretación gracias a José Coronado y su alabada creación del policía heterodoxo Santos Trinidad.

Otros filmes en carrera

El gran competidor de la cinta de Enrique Urbizu es otro policía de métodos todavía más dudosos y con el rostro, el magnetismo y la explosiva potencia de Woody Harrelson en "Rampart", ejercicio de cine negro escrito por James Ellroy.


La sensación del festival se llama María León, que recorre todos los colores de la gama emocional en "La voz dormida", de Benito Zambrano. Pero si se busca reconocer lo minoritario y vulgarmente conocido como "festivalero", podrían ganar fuerza la fusión abstracta de Isaki Lacuesta y Miquel Barcelò en "Los pasos dobles", o Joao Canijo en "Sangre de mi sangre".


Y si, por el contrario, las divergencias acaban forzando una solución salomónica, podría ser una buena opción la más que correcta "11 Flowers", del siempre entrañable Wang Xiou-shuai.

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