Con el objetivo de rescatar la memoria histórica y vanguardista del movimiento minero en Bolivia y recordando 31 años de la marcha por la vida en contra del decreto 21060, el archivo Regional Catavi hizo la presentación del documental "Las voces del Socavón", filme dirigido por Julia Delfini y Magalí Vela Vázquez, que cuenta el rol que jugaron las radios mineras en el país.
Entre el pasado jueves 24 y viernes 25 de agosto, el Sistema de Archivo de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) regional Catavi, junto a la Universal Nacional de Siglo XX y Radio Nacional de Huanuni; efectuaron la presentación del documental "Las voces del Socavón", tanto en la localidad de Llallagua y la capital minera del Estaño.
El filme cuenta el papel que jugaron las radios mineras en Bolivia durante el proceso revolucionario y sindical que jugaron los obreros del subsuelo en las transformaciones históricas del país, junto a pasajes de los escritos liricos del escritor Eduardo Galeano.
Esto forma parte de las actividades programadas por las instituciones mencionadas, recordando 31 años de la denominada "Marcha por la vida", que emprendieron miles de trabajadores mineros, amas de casa, estudiantes en rechazo a la relocalización de las minas en base al decreto 21060 emitido por el entonces presidente Víctor Paz Estenssoro.
SINOPSIS
El documental "Las voces del Socavón", narra el accionar de las emisoras mineras que durante la segunda mitad del pasado siglo, jugaron un rol preponderante al ser la voz y pensamiento de los trabajadores mineros de Bolivia, hacia una sociedad que desconocía los miles de sufrimientos y atropellos que sufría este sector.
En la trama se cuenta el nacimiento de la primera emisora sindical minera de América latina "La Voz del Minero" en Llallagua, la cual mostró una diferente faceta de hacer radio, pues emitía incluso las asambleas de los trabajadores, práctica común en la mayoría de las emisoras de este tipo.
Una de las etapas más duras de las radios mineras fue hacer frente a "la bota militar" y los gobiernos de facto, en reiteradas ocasiones sufrieron la intervención de sus oficinas, confiscación de sus equipos, destrucción de sus antenas, pero a pesar de ello los comunicadores de esa época se daban modos para seguir emitiéndose señal, en algunas ocasiones incluso desde el interior de los socavones.
Junto con la relocalización, también las emisoras perdieron su sustento principal, los aportes de los trabajadores, algunas aún continúan en funcionamiento, pero los tiempos han cambiado y las ideologías también.
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