El Anteproyecto de la Ley del Cine Audiovisual Boliviano, empieza a ser discutido por diferentes productores, cineastas y autoridades estatales del área. Se busca consensuar una versión definitiva de este documento para remitirlo a la Asamblea Legislativa Plurinacional, aunque según los actores involucrados la diversidad de miradas prevé un proceso largo.
“Es un gran avance que se inicie este diálogo, es destacable que se impulse de una vez esta Ley que el sector requiere de manera urgente, sin embargo, el Ministerio recogió una diversidad de propuestas y visiones sobre lo que debería ser esta norma, por lo que debemos continuar con un proceso que creemos que será largo, si queremos que esta Ley funcione para el sector en toda su diversidad y amplitud”, aclaró Kiro Russo, director cinematográfico y miembro del Colectivo Socavón Cine.
Existe una ley del cine aprobada en los 90, con la que no se pudo trabajar, según afirman diversos realizadores bolivianos, teniendo como consecuencia un desamparo por parte del Estado, norma con la que tuvieron que trabajar los cineastas bolivianos por décadas.
A pesar de este antecedente lamentable en cuanto a la Ley 1302, Ley General del Cine de 1991, la principal preocupación de los realizadores que participaron de la socialización y debate sobre el anteproyecto, es que “Por apresurarse, volvamos a tener una Ley que no comprenda la realidad de la producción nacional"."Ya sabemos lo difícil que es este proceso, consensuar un proyecto, luego ponerlo a consideración de la Asamblea para que luego sea promulgada, requiere un gran esfuerzo, por ello, ahora debemos trabajar hasta lograr una buena Ley que favorezca al sector en la práctica”, exhortó Russo, que participó ayer de la presentación del anteproyecto de la Ley del Cine Audiovisual Boliviano, con la presencia del ministro de Culturas y Turismo, Marko Machicao.
Russo también destacó algunos elementos clave que no están siendo bien enfocados en la propuesta que les presentaron, la adecuada definición de lo que es cine nacional, qué debe regir la política del cine en el país, por ejemplo, para ver de qué modo el Estado apoyará al cine nacional. Otro elemento es que el documento se refiere a la producción cinematográfica de una manera limitada, cuando en realidad existen diversas fases del proceso para construir una película que deben ser consideradas, como la preproducción, la producción, la postproducción y la difusión.
“Cada una debe ser considerada, con sus retos, con sus posibilidades y necesidades, por ejemplo si se trabaja en coproducción con otro país, por ejemplo”, destacó, al añadir que “un último elemento despertó inquietud, y es que en el anteproyecto presentado se considera un fondo de fomento para el cine que dependería del Ministerio y estaría administrado por cuatro miembros de esa repartición y tres representantes de los cineastas, claro estas son nuestras posiciones como Socavón Cine, no de todos los asistentes”, añadió.
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