SINOPSIS
En la Francia de los años 20, durante la época dorada del jazz, un mago inglés (Colin Firth) está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone). Esto desencadenará numerosos acontecimientos mágicos, en el más amplio sentido de la palabra, que hacen que las historias de los personajes den mil vueltas.
LA PRODUCCIÓN
A Woody Allen le encanta la magia desde que hacía trucos cuando era un adolescente, y, desde entonces, la magia y los magos han aparecido frecuentemente en sus trabajos, como por ejemplo en el número de monólogos The Great Renaldo; en el corto galardonado con un premio O. Henry The Kugelmass Episode, en la obra de teatro The Floating Lightbulb (en la que uno de los personajes principales es un joven mago); en Edipo reprimido, uno de los segmentos de Historias de Nueva York; y en Scoop, donde él mismo interpretaba al mago Splendini.
En sus películas también han aparecido hipnotizadores (Broadway Danny Rose, La maldición del escorpión de jade), un curandero (Alice), y una adivina (Conocerás al hombre de tus sueños). La fantasía y las extravagancias son temas recurrentes en muchas otras películas del director, y así lo demuestran películas como Zelig, La rosa púrpura del Cairo, Medianoche en París o la más reciente comedia romántica de Woody, Magia a la luz de la luna.
Los videntes causaron furor en los años 20, época en la que se desarrolla Magia a la luz de la luna. Según Allen: “En la época eran toda una sensación, y muchos famosos, como Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes) se lo tomaban todo muy en serio. Había sucesos de todo tipo, como por ejemplo fotografías de espíritus de las que todo el mundo hablaba, y las sesiones de espiritismo eran muy habituales”.
El mago más importante de aquella época, Harry Houdini, acudió a muchas sesiones de espiritismo, donde desacreditaba a todos los videntes con los que se topaba. Resulta curioso, pues la motivación de Houdini no consistía en destapar las mentiras de aquellos artistas, sino que lo que realmente le interesaba era descubrir que la posibilidad de comunicarse con los muertos existía de verdad, por lo que tanto fraude le decepcionó profundamente; sin embargo, cuando falleció, seguía teniendo esperanzas de que hubiera vida más allá de la muerte.
A simple vista, Stanley Crawford (Colin Firth) es lo opuesto a Houdini. Stanley es un mago mundialmente famoso que hace trucos disfrazado de un personaje chino llamado Wei Ling Soo, y rechaza por completo la idea de que exista el más allá. Según Allen: “Es una persona inteligente, racional y apasionada de la ciencia, así que los fraudes y la estupidez de un público crédulo le irritan bastante”.
Colin Firth, el actor que interpreta a Stanley, opina que: “Es arrogante, crítico, cínico, y se cree intelectualmente superior. Como se le da muy bien el ilusionismo, desconfía siempre de lo espiritual, místico u oculto. Se enorgullece de poner al descubierto a personas que aseguran que suceden cosas mágicas de verdad en sesiones de espiritismo. Creo que nunca he tenido un papel protagonista que estuviera tan cerca de ser totalmente antipático”.
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