SOBRE EL ARGUMENTO
El oscarizado Russell Crowe interpreta al hombre elegido para llevar a cabo una trascendental misión de rescate antes de que una inundación apocalíptica destruya el mundo. La historia completa nunca antes se había llevado a la gran pantalla en una vívida epopeya, invitando al público a vivir esos espectaculares acontecimientos a través de la mirada y las emociones de Noé y su familia en su periplo por el miedo y la fe, la destrucción y el triunfo, la calamidad y la esperanza.
La producción embarcó a este reparto y equipo técnico de primera clase en su propio e inesperado viaje al introducirlos en una intensiva investigación del mundo de Noé para hacerle justicia al texto y embarcarse en un Arca de verdad, construida a mano según las indicaciones de la Biblia. En todos y cada uno de los aspectos de las interpretaciones, la acción y los innovadores efectos especiales de la película, el objetivo del equipo creativo estaba claro: elaborar una versión de Noé que resultara inmediata, vibrante y personal. El resultado es el primer retrato cinematográfico de Noé como un hombre imperfecto cuya sobrecogedora tarea se enfrenta contra lo peor de la humanidad a la vez que reafirma nuestra fe en lo mejor de ella.
NOÉ EN EL CINE
Toda la historia de Noé y el Arca que se le encomienda fabricar antes de que la Tierra sea anegada ocupa solamente unas pocas páginas en el Libro del Génesis. Pero esos pocos párrafos han causado un impacto profundo y duradero en miles de millones de personas de todo el mundo, evocando tanto lo más profundo de la maldad como lo más elevado de la fe, y manteniendo la esperanza en la redención tras la catástrofe.
No obstante, desde el principio de la historia del cine, la mayoría de las descripciones cinematográficas de esta historia fundamental han sido parodias, comedias o películas de animación, como reflejo de una cultura popular en la que el Arca es vista principalmente en las tiendas de juguetes.
La historia fue llevada al cine por primera vez en la película de 1928 El arca de Noé, que mezclaba una breve recreación de la inundación bíblica al estilo de Hollywood con un drama de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, ha habido cortos de Disney, dibujos animados y diversas variaciones sobre la faceta cómica, pero por extraño que parezca, nunca antes se había intentado plasmar la historia de Noé como una aventura visual a gran escala que diera vida a las páginas de la Biblia, ni tampoco había abordado directamente ningún cineasta sus temas centrales de lo que significa el ser humano.
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