“Los Restos del Último Amanecer”, es el resultado del desafío emprendido por el cineasta Gustavo Castellanos, para producir una película boliviana que aborda la crisis climática y que fue hecha con una visión futurista de la sociedad mediante animación con computadora con personajes y escenarios reales.
La producción cinematográfica muestra las consecuencias que pueden tener el planeta y la especie humana, luego de la destrucción de la naturaleza, esto por el incontrolable cambio climático que se viene registrando.
TEMÁTICA
“El tratamiento de la temática, otro desafío aún más complejo, fue desarrollar la producción en el formato tridimensional (3D), sistema que fue abordado en muy pocos emprendimientos audiovisuales en el mundo y que en nuestro medio resultaba más o menos impensable”, según afirmó el productor, Gustavo Castellanos a EL DIARIO.
Dijo que el sueño fue tomando forma poco a poco, desde la selección del material, la preparación de los actores, la escenografía, los efectos y los protagonistas animados, hasta la conversión en formato 3D.
“Los Restos del Último Amanecer” fue realizada en su totalidad en el país, con escenarios ubicados entre los departamentos de La Paz y Potosí, por profesionales bolivianos.
“Es una producción de calidad que aborda un tema vital para la humanidad. Fue hecho con seriedad y sentido crítico que trasciende la inclinación generalizada de quedarse en la búsqueda de un culpable”, afirmó.
COSTO
La producción de esta película se inició el año 2006 y en principio se pensó en invertir alrededor de 50 mil dólares, porque eso es más o menos lo que se puede recuperar (entre auspicios y taquillas) “pasarse de este monto es meterse en problemas, porque Bolivia es un mercado muy chico”, concluyó Castellanos.
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