Rebelde, borracho y ladrón. Así es Elder Mamani, el protagonista de Viejo Calavera, la premiada película boliviana que lleva el sello del director paceño Kiro Russo. La cinta, que tuvo su estreno mundial en agosto en la competencia ‘Cineastas del presente’, del festival de cine de Locarno (Suiza), llega a las salas de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija este 8 de diciembre con el desafío de seducir al público boliviano.
“Quienes vayan a verla vivirán una experiencia sensorial y se sumergirán en la oscuridad de la mina, una experiencia que sólo puede ser apreciada en su totalidad en una sala cine. Es una película que apuesta por trabajar con gente de la localidad orureña de Huanuni, donde se ha encontrado personas de gran talento y sensibilidad artística”, explica el director de la película.
Viejo Calavera es un largometraje de ficción que se gestó hace más de cinco años. El trabajo “responde a nuestra manera de cuestionarnos el cine: ¿Cómo debería ser una película boliviana? ¿Cómo lograr un efecto cinematográfico con los recursos técnicos y humanos con los que contamos?”, señala Russo, quien estas semanas, previas al estreno en Bolivia, presentará la película en los festivales Entrevues Belfort y Des 3 Continents, ambos en Francia. También en el Festival Internacional de Singapur y en el reconocido Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana, Cuba.
LA PRODUCCIÓN
Si de recursos se trata, el director apostó por actores naturales pues en ella participan tanto los pobladores de Huanuni como los trabajadores de la mina. Esto le ha permitido a Russo y al equipo de producción, conformado por el director de fotografía Pablo Paniagua y el guionista Gilmar Gonzales, realizar un cine vivencial en el que el espectador tiene la posibilidad de sumergirse en los espacios y experiencias de los personajes.
“Desde que empecé a mencionar la posibilidad de filmar una película en Huanuni los habitantes siempre vieron esa posibilidad como algo muy necesario. Querían verse involucrados, opinaban ampliamente de cómo debería ser una película y siempre querían aportar”, señala el director, quien junto a su equipo se había planteado desde un inicio realizar la película en esa localidad minera.
De esta forma, más allá de adentrarse en la oscuridad de la mina, Viejo Calavera se sumerge en el interior de los personajes. “Queríamos hacer una película acerca del embrujo del alcohol, de la oscuridad y en la que no interesan los juicios de valor. Una cinta en la que importa más contemplar a Elder Mamani borracho, corriendo por la mina, adentrándose en las profundidades de misteriosas galerías y vivir la experiencia de estar ahí, en los lugares y con la gente”, señala Russo. Esta propuesta es precisamente la que ha conquistado al público internacional, pues le permitió sumergirse sin ningún problema en ese mundo y es la razón por la que ha recibido importantes galardones en destacados festivales de cine como el de Locarno, en Suiza; el de San Sebastián, en España, y el de Valdivia, en Chile.
La cinta fue rodada durante octubre y noviembre de 2015. Además de Huanuni, la película cuenta con locaciones como el cerro Posokoni, las comunidades de Molle-Punku y Chua Chuani y la población de Coroico en Los Yungas paceños. En esta producción participan los actores Julio César Ticona, Narciso Choquecallata, Anastasia Daza, Rolando Patzi, Israel Hurtado y Elisabeth Ramírez Galván.
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