Las experiencias de los países vecinos sirvieron de hilo conductor para reflexionar sobre la producción cinematográfica en el medio boliviano y su responsabilidad con relación a los discursos políticos que se promueven desde las representaciones audiovisuales en las sociedades latinoamericanas; esto en el marco del Festival Internacional de Derechos humanos, que congregó ayer a diversos directores de cine de Argentina Brasil, Chile, Perú y Bolivia en el Foro latinoamericano de integración cinematográfica.
El evento se realizó en los salones de la Casa de la Libertad y contó con una importante participación de los estudiantes de la carrera de Sociología de la Universidad San Fransisco Xavier. Una de las preocupaciones centrales fue el fomento público a la producción cinematográfica, según el boliviano Alfonso Gumucio, el tema pasa por crear una nueva institucionalidad alrededor de la Ley del cine, que ya tiene 25 años, pero que aún no logra engranar en las particularidades de la realidad boliviana por falta de un vínculo real con la sociedad.
Benjamin ávila, director argentino que se encuentra rodando “Pimienta roja”, un filme que narra la historia de Juana Azurduy de Padilla, destacó los logros del cine argentino a través de los fondos que provee el Estado con el Instituto Nacional de Cine Argentino (INCA), pero a la par, refirió el realizador, es necesario que impulse la producción local por medio de regulaciones en la programación de las salas de cine comerciales, donde el cine nacional debería tener un espacio consolidado.
Por su parte, los cineastas peruanos María Elena Benítez y Fernando Valdivia, propusieron la reproducción de la experiencia que desarrollan en su país, con la creación de una red de microcines dedicados a difundir el cine nacional, que en la actualidad ya cuenta con 34 espacios en todo Perú y se ha extendido incluso a la ciudad de La Paz. Sobre este tema Humberto Mancilla, director del Festival, intervino a favor de que la red de microcines pueda incorporarse como un proyecto regional a nivel de Latinoamérica.
También se analizó en términos positivos la labor de la Escuela de Cine de Derechos Humanos que este año inicia sus actividades en la ciudad, el realizador brasileño, Silvio Da-rin, fue enfático al destacar la importancia de un proyecto de esta naturaleza para el medio boliviano.
Otros directores latinoamericanos que participaron del evento son Liliana Mazure de Argentina, Pedro Chaskel de Chile, Fernando Arispe, David Acebey y Carola Prudencio de Bolivia.
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