Un largo fin de semana en la vida de una pareja mayor de Nueva York que intenta vender su apartamento del East Village donde han vivido más de 40 años. Ruth es una profesora retirada y Alex es artista. Ambos quieren mudarse a un nuevo apartamento y mientras esperan ofertas, recuerdan juntos los años vividos en su hogar.
SOBRE EL FILME
La novela de la canadiense Jill Clement, ‘Heroic measures’ (2010), es el texto del cual se adapta Alex y Ruth (5 Flights Up).
Este filme es una opípara grata historia de amor en Nueva York, una suerte de extensión de Annie Hall cuarenta años después, por el vestuario, actitudes y gesticulaciones de Ruth en el presente y el pasado, con algunos encuadres tomados directamente de Manhattan (sentados en las bancas mirando hacia el puente).
La pareja Keaton-Freeman se conjuga a la perfección entre las tres tramas que bordea la película: siendo la principal las barullos por la venta del departamento en Brooklyn donde han vivido por cuarenta años, y la sustantiva en segundo plano pero más latente a través de las noticias, el miedo de un ataque terrorista, la persecución del chofer de un tráiler abandonado en pleno Puente de Brooklyn, y la tercera y significativa, la salud de su perrita ya vieja a la que operan de urgencia. Una cuarta situación conectada con la premisa inicial, complemento al regodeo con los personajes secundarios, es la compra de un nuevo departamento.
El director inglés Richard Locraine saca partido al excelente dúo actoral y sus tips para la comedia, sus parlamentos, los serios y los sensatos, los maduros y los sinceros, para exponer las peripecias de dos personas mayores que deben mudarse debido a la edad, a vivir en un piso noveno en un edificio sin elevador, y que en ese ejercicio verán rota su intimidad y conocerán a una manada de raros personajes, los que visitan su departamento, unos con intención de adquirirlo, y los dueños del que a ellos les gusta.
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