La película de Mateo Gil ‘Blackthorn’ contó con la participación de 39 actores y 39 técnicos bolivianos en arte, fotografía y cámara.
ENTREVISTA
MARÍA DEL PILAR GROUX
Supervisora de vestuario
La supervisora de vestuario de la película Blackthorn. Sin destino, la boliviana María del Pilar Groux Canedo, coincide con el comentario que realiza Andrés Santana, Premio Goya 2012 a la Mejor Dirección de Producción precisamente con Blackthorn, cuando indica que Bolivia es un país donde se puede rodar con menos dinero.
Groux habla de la magia de Bolivia, de la preparación previa, de las anécdotas y de la gran aventura que fue Blackthorn en un país poco explotado cinematográficamente.
—¿Cómo te sentiste al saber que la película en la que participaste fue la ganadora de cuatro premios, tomando en cuenta que competía con otras grandes producciones?
—Feliz, emocionada, orgullosa de cruzar las fronteras.
—¿Cómo surgió el proyecto Blackthorn en Bolivia?
—Cuando el proyecto llegó a manos de Paolo Agazzi (un año antes) se generaron muchas expectativas, siempre existe la posibilidad de ser parte o no.
Mis probabilidades no eran muchas, porque el actor principal habla inglés y yo no. Pero el proyecto crecía y se dio la oportunidad de ser parte de Blackthorn, no somos muchas las personas que nos dedicamos al área de vestuario, lo bueno es que estuvimos todas.
—¿Cuál fue tu experiencia en el filme y cómo fue trabajar junto a Paolo Agazzi?
—Fue una gran experiencia, aprendí mucho sobre el tratamiento de envejecimiento del vestuario y lo tomé como un gran reto.
Clarita Bilbao, diseñadora de vestuario, llegó con la idea de producir un 30 por ciento en Bolivia y traer el 70 por ciento de España; sus motivos eran comprensibles pero logre convencerla y aquí se produjo hasta un 80 por ciento de todo el vestuario.
Trabajar con Paolo Agazzi fue y es un privilegio, es una de las personas que admiro, aprendo mucho, le tengo respeto y cariño.
—¿Cómo nació Blackthorn en Bolivia?
—El desplazamiento logístico era impresionante, llenamos Potosí y Uyuni. El guión cambió muchísimo desde la primera vez que lo leí, nació como una película mucho más sencilla de lo que ahora se puede apreciar; así como el guión aumentaba, así aumentó ¡todo!... gente, equipos, transporte...
—¿Cuál fue la dificultad más seria que tuvieron para llevar a cabo la película?
—Pienso que fue acoplarnos, porque éramos muchas personas de distintas nacionalidades, edades y formas de pensar.
—¿Qué significa el rodaje de Blackthorn en el país?
—La película muestra nuestro paisajismo altiplánico y revela lo hermoso que es nuestro país. Se ve un trabajo impecable profesionalmente y muestra a Bolivia como un país potente en la producción audiovisual difícil de pasarlo por alto. Blackthorn es una película bastante económica comparada con otros países.
—¿Qué anécdota puedes contar de las varias que se suscitaron durante el rodaje de la película ?
—Como filmamos varios días la persecución de los cooperativistas a Eduardo Noriega y Sam Shepard, nosotros teníamos cuatro vestuarios idénticos. Uno limpio, otro medio sucio, sucio y más sucio. Bueno, un día nos encontramos en medio salar de Uyuni con los cuatro vestuarios completamente sucios, no nos quedó otra que lavarlos en medio salar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario