El Luchador

Título original: The Wrestler

Título en español: El Luchador

Estudio: Fox Searchilight Pictures.

Fecha de estreno: 17 de Dic. del 2008 (USA); S/E (BOL)

Artistas: Mickey Rourke, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood

Director: Darren Aronofsky

Duración: 115 minutos

Género: Drama

Puntuación: 9 / 10

El final de la carrera de “Ram” un luchador profesional de lucha libre está acercándose. Randy el Ram siente como se ha quedado solo y que su alter ego dentro del ring, el Ram, es más querido que Randy y a causa de esa dependencia al amor del publico ha hecho que este aleje a todas las personas que lo han amado y el ha amado. Ram es adicto a una dieta de alcohol, drogas y medicinas que a esta altura de su vida ni su cuerpo, ni su bolsillo pueden costear.

La historia es muy básica y sencilla, es el deterioro de la vida de esta ex estrella de la Lucha Libre, Ram. Y esta lograda maravillosamente por Aronofsky que no deja de sorprender con los cambios en los estilos de películas que elige dirigir, desde la instrospectiva y casi artística visión de la muerte que tiene en The Fountain, a la dura y psicótica mirada al mundo de la adicción a las drogas Requiem for a Dream. Con El Luchador, nos presenta una película que pareciera ser últimamente un documental sobre los momentos finales de la carrera de este luchador, con ángulos y enfoques que asemejan a un camarógrafo siguiendo a la ex estrella en camino a la decadencia. Este efecto es muy bien logrado y le da mayor ambiente a la historia.

Llama la atención la banda sonora, que en más de la mitad de la película es inexistente y pese a ello es notoria, transportándonos al pasado cuando es necesario y dejando que los actores nos conmuevan sin ayuda extra en la mayoría de las veces. Las bandas sonoras tienen como objetivo preparar al espectador para lo que viene , predisponer para el susto, las lagrimas o el regocijo, ayudan a suplir la falta de argumento en el relato, pero ese no es el caso de esta cinta.

La actuación de Rourke es espectacular, si bien se habla de la similitud entre el papel que interpreta y la vida del actor, este se convierte en Randy el Ram. La complejidad de la actuación de Rourke, la ex superestrella de lucha libre que busca atención en lugares tan burdos como detrás del mostrador de un supermercado, el hombre solo que busca compañía y que se da cuenta que ha perdido todo lo que amo una vez, el adicto a las drogas y la adrenalina del ring, son interpretadas o revividas (como aseguran algunos medios) a la perfección por Rourke. Hollywood adora los retornos y este retorno o resurrección de Mickey Rourke, le asegura el Oscar al mejor actor.

Distinta es la situación con el papel de Marisa Tomei, ella interpreta a una stripper que coquetea con Randy y al parecer muestra algún interés personal en él pero a la vez es distante. Cassidy (Tomei) tiene una metamorfosis a lo largo de la película y pasa de ser Cassidy su alter ego arriba del escenario a Pam, la madre soltera que busca criar bien a su hijo. Lo que más llama la atención de Tomei es su desnudez, al ser una stripper pasa ¾ partes de la película desnuda, para los años que tiene está en excelente forma, pero su actuación es un poco floja. Al igual que Eva Rachel Wood en el papel de la hija de Randy, ella parece querer salir de la película casi tan rápido como parece querer salir Stephanie de la vida de Randy.

Y este punto es uno de los más débiles de la película porque apresuran un poco el desenlace de esa relación cuando se le pudo otorgar algunos minutos más y obtener algunas emociones extras. El apresuramiento en la narración hace que parezca un poco forzada la relación padre-hija que carecen de una conexión real. Pareciera también una falta de química entre estos dos actores.

Una gran película, con mucha emoción y fuerza en sus actuaciones, un gran retorno para Mickey Rourke y la confirmación de Aronofsky como uno de los mejores directores de la década. Me hubiera gustado ver algunas nominaciones más para esta cinta como ser Mejor Director y tal vez Mejor Película.

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