Eugenio Derbez está de regreso al cine con una comedia familiar que, como No se aceptan devoluciones, vuelve a desarrollarse en Estados Unidos y tiene a un niño como co-protagonista. Salma Hayek también aparece para corregir el camino de un gigoló que usa a los demás para su conveniencia.
Le pese a quien le pese, la ópera prima de Eugenio Derbez, No se aceptan devoluciones, logró emular la popularidad de series televisivas que protagonizó anteriormente, como La familia P-Luche. Eugenio Derbez conoce la fórmula y prueba de esto es su nuevo largometraje, Cómo ser un latin lover, el cual, sin haber sido escrito ni dirigido por él -aunque sí producido- se siente como consecuencia natural del éxito desmedido de No se aceptan devoluciones; esto porque ambas tienen más de un elemento en común. Así queda claro que, por el momento, Derbez no pretende cambiar ni alejarse de su material probado.
Tal y como No se aceptan devoluciones, Cómo ser un latin lover es una mezcla entre la comedia y el drama. Risas y luego lagrimas es lo que Derbez desea provocar, además de conectar con los paisanos mexicanos que viven en Estados Unidos.
Cómo ser un latin lover es una cinta calculada donde Derbez la hace de un inmigrante mexicano y la historia se desarrolla en territorio americano. Se nota, eso sí, que hubo un mayor presupuesto porque los cameos pasaron de ‘Sammy’ y Jesús Ochoa a Michael Cera y el mismísimo ‘Weird Al’ Yankovic.
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