Wan, quien próximamente lanzará Aquaman, encarga la dirección de La Maldición de la Llorona a Michael Chaves, quien además prepara la tercera entrega de El Conjuro.
En la película, la llorona es una leyenda, una “aparición” atrapada entre el cielo y el infierno, sellada por un destino terrible que ella misma se provocó, ahogar a sus hijos en un río durante un ataque de celos y furia. Luego se tiró, mientras los lloraba y desde entonces sus lágrimas son eternas porque está empeñada en remplazar a los suyos.
La Maldición de la Llorona se desarrolla en Los Ángeles (EE.UU.) de la década de 1970, época en la que la “aparición” acecha la noche y a los niños.
Una trabajadora social ignora la inquietante advertencia de una madre afligida acusada de poner en riesgo a sus hijos, por lo que son arrastrados a un mundo supernatural y aterrador.
La única esperanza para sobrevivir a la ira mortal de la llorona pueden ser un cura desilusionado y el misticismo que profesa para mantener el mal a raya, en los límites entre el miedo y la fe.
“Cuídate cuando oigas su lamento espeluznante: ella hará todo lo posible por llevarte a la oscuridad. Porque su angustia no tiene consuelo. Su alma no conoce la clemencia”, comenta el director Chaves.
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