¿Hace cuánto que no ves una boliviana? Y la peor de todas: ¿hace cuánto que no disfrutas con una “peli” nacional? La crisis de nuestro cine ha hecho lo imposible: el público se ha desenamorado. En Venezuela, cuatro millones de personas vieron cine “criollo” el año pasado (récord en su historia), el doble que en 2013.
La grieta entre nuestro cine y el público se superará cuando el Estado crea de verdad (y no de palabrería) que el cine es una expresión cultural del pueblo boliviano; cuando formemos nuestros recursos humanos (hace falta rigor); y cuando destinemos plata para hacer buenas (regulares y malas) obras. El resto lo tenemos: país maravilloso, pluriétnico, repleto de creatividad, sueños, memoria, lucha e historias.
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