Para acariciar su recuerdo. Para el documentalista Diego Mondaca, no se puede pensar en el cine boliviano sin Espinal. "Tenerlo entre nosotros, en el mundo del cine, es un privilegio. Son pocas las personas que como él, se entregaron de forma tan pasional y generosa", manifiesta. Fue un activista y revolucionario, continúa. "Fue y es, para nosotros, un doble representante, tanto del cine boliviano como mundial. Gracias a sus constantes críticas y reseñas cinematográficas que de forma consecuente ofrecía y difundía en las aulas de la UMSA como por medios radiales y escritos de la época. Muchos dicen que bastaba con asomarse a sus conversaciones o atender al radio para que cautivara y convenciera, pero sobre todo motivaba a participar y ser parte de un oficio hermoso: el cine", apunta Mondaca.
1 Sus libros. Fueron doce ejemplares cortos que escribó sobre el cine. Entre ellos: "Géneros cinematográficos", "Historia del cine", "Lenguaje cinematográfico", "Directores de cine", "Psicología y cine" y "El cine frente a la televisión", entre otros.
2 Trabajos en medios y audiovisual. En el matutino Presencia (en el que fue crítico cinematográfico entre 1969 y 1979), en Radio Fides (desde 1971) y en el semanario Aquí, que dirigió desde 1979.
3 Deceso. Un 21 de marzo de 1980, Luis Espinal fue secuestrado, torturado en un matadero durante cuatro horas y finalmente asesinado con 14 balazos. Los asesinos le marcaron a culatazos una cruz en el pecho.
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