La industria del cine, desde hace años, viene luchando contra diversas maneras de piratería en el mundo. En Bolivia los cineastas, la Cámara de Empresarios Cinematográficos y otros sectores plantean la aplicación de diferentes sistemas de protección de los derechos de autor de los productos audiovisuales; estas propuestas están contempladas en el proyecto de Ley del Cine.
“La piratería hace mucho daño (…). La piratería es un delito y eso se tiene que castigar, nosotros queremos que ese delito sea perseguido, pero de manera contundente no con paliativos ni campañas de concientización”, dijo la directora ejecutiva de la Cinemateca Boliviana, Mela Márquez.
Refirió que, desde el 2004, hubo ya intenciones de trabajar en una Ley del Cine, en el 2013 se efectuó una coordinación de reuniones, hasta la fecha existen ya muchos borradores de estas deliberaciones.
“Hay muchos borradores, pero se está trabajando en la Ley del Cine, uno de los temas es la lucha contra la piratería, la inclusión del cine indígena originario y también la participación de la sociedad civil en la administración del fondo”, sostuvo la directora de la Cinemateca.
La titular del Ministerio de Culturas, Wilma Alanoca Mamani, propuso que en el próximo trimestre se consensúe y se adecúe la Ley del Cine, para que luego sea aprobada en la Asamblea Legislativa.
Por su parte, el gerente de la Cámara de Empresarios Cinematográficos, Fernando Ortuño, dijo que el Estado boliviano debe retribuir a la lucha frontal contra la piratería.
Asimismo, explicó que desde la Cámara de Empresarios Cinematográficos se tiene un plan de lucha contra la piratería, el cual será expuesto ante las autoridades del Ministerio de Culturas; sin embargo, Ortuño prefirió no adelantar los detalles del mismo.
“Es un tema muy serio y que la Cámara no lo va dejar pasar, la inclusión en la Ley del Cine es una oportunidad que quizá en los próximos 20 años no la podamos tener”, complementó.
El proyecto de ley de los cineastas fue entregado al Ministerio de Culturas el 12 de marzo, en el que se propone, entre otros temas, la creación de un fondo de fomento y la participación mayoritaria de la sociedad civil.
En el 2007, mediante Decreto Supremo, se declaró el 21 de marzo como el Día del Cine Boliviano, en conmemoración del aniversario del asesinato del padre jesuita Luís Espinal Camps, como un homenaje a su lucha por los derechos humanos y la democracia en el país y su aporte a la cinematografía de Bolivia.
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