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miércoles, 14 de junio de 2017

Tom Cruise resucita a La Momia

Un sarcófago maldito, una princesa egipcia suelta en la ciudad y Tom Cruise listo para salvar el día: así es la nueva versión de La Momia, el clásico de horror que ha merecido numerosas adaptaciones desde que Boris Karloff hizo su película de 1932.

Precisamente es la productora Universal, dueña de los clásicos de monstruos del siglo pasado, la que revive la historia de la maldición del antiguo Egipto que hace volver a la vida a una momia en el mundo moderno.

Los estudios dueños de Drácula, Frankenstein, El Hombre Lobo, El Hombre Invisible (del cual se anticipó una nueva versión en la que participaría Johnny Depp) y El Hombre del Pantano han apostado en los últimos años por “actualizaciones” de aquellas cintas, y La Momia, que mereció tres cintas entre 1999 y 2008 con Brendan Fraser en el protagónico, es su más reciente intento.

Dirigida por Alex Kurtzman, productor de cintas como Star Trek y El sorprendente Hombre Araña, el relanzamiento de La Momia tiene a Tom Cruise en el papel principal y a actores como Russell Crowe y Sofia Boutella en el elenco.

EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN

Alex Kurtzman y el departamento de diseño, encabezado por Dominic Watkins y Jon Hutman, tenían muy claro que La Momia debía transcurrir en el mundo real para que el espectador tuviera la sensación de que algo así podía ocurrir en cualquier momento. El equipo realizó cincuenta decorados a lo largo de todo el mundo, desde Inglaterra a Francia y Namibia. En Inglaterra, la mitad de los decorados se construyeron en los famosos Shepperton Studios, a las afueras de Londres.

Tom Cruise no solo se quedó realmente impresionado por el trabajo del departamento de diseño, también supo apreciar todos los detalles.

El rodaje de La Momia duró meses y empezó una noche del mes de abril de 2016 en uno de los lugares más históricos de Inglaterra, la famosa ciudad universitaria de Oxford.

Calles con adoquines, farolas cuya luz apenas consigue cortar la espesa niebla y una arquitectura única que no podía reproducirse en un plató.

Oxford estableció las pautas para La Momia, ya que Nick entrevé a Ahmanet por primera vez en un callejón oscuro cerca del famoso Puente de los Suspiros, en las proximidades de las facultades de Hertford y New School. El director dice que fue uno de sus momentos favoritos del rodaje.

Para llevar a cabo la gran tarea que se les había encomendado, los diseñadores Jon Hutman y Dominic Watkins, junto con el equipo del departamento artístico, entre el que se encontraba el supervisor de dirección artística Frank Walsh, se apoderaron de los platós de los estudios Shepperton. Con más de 150 personas, los departamentos artísticos, de atrezo y de decoración se convirtieron en un pequeño pueblo.

El taller de moldes se encargó de los moldes de yeso, mientras que los escultores crearon objetos a partir de gomaespuma y fibra de vidrio. De hecho, se trabajó día y noche siete días a la semana en diferentes turnos para que todo estuviera a punto para el rodaje. Además de las 150 personas antes mencionadas, otras 200 se dedicaban a la construcción propiamente dicha de los decorados a las órdenes del director de carpintería Brian Neighbour.

PRODIGIUM

Uno de los decorados más impresionantes diseñado para la película fue el de la organización Prodigium. Se trata de un enorme sótano escondido debajo del Museo de Historia Natural de Londres, desde donde el Dr. Jekyll y su ejército de técnicos protegen al mundo de los monstruos, y también a los monstruos del mundo. A medida que el guión de La Momia avanzaba, también lo hacía el decorado de Prodigium. “El decorado debía dar miedo”, dice Alex Kurtzman. El resultado final ofrece un asombroso espacio de 1.500 metros cuadrados dividido en dos niveles que transmite una sensación profundamente incómoda.

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