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jueves, 9 de febrero de 2017

Larraín, la nueva estrella del cine chileno

CINCO COSAS | QUE HAY QUE SABER DEL DIRECTOR CHILENO, CUYA PELÍCULA “JACKIE”, PODRÍA AVALAR CON UN ÓSCAR A LA MEJOR ACTRIZ.

El director chileno de cine Pablo Larraín se ha inspirado para sus últimos trabajos en hitos clave de la historia reciente de su país, pero con "Jackie" ha dado el salto internacional que le ha permitido rodar en inglés.

A sus 40 años, y con películas como "No", "Neruda" y ahora "Jackie", este hijo de prominentes políticos de la derecha chilena y antipinochetista convencido ha dado una mirada personal de la historia, desprovista de ideas preconcebidas y prejuicios.



LA HISTORIA AL CINE

"Olvida lo que sabes", rezaban los afiches que promocionaron "Neruda", una frase que alerta al espectador sobre el juego creativo y sin ataduras que utiliza Larraín en sus películas. El resultado: personajes y hechos conocidos por todos toman una nueva dimensión.

Con "No" (2012), su primer gran éxito, Larraín mostró sus garras construyendo su particular visión sobre el referéndum del 5 de octubre de 1988 que puso fin a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) dos años después.

Sin complejos, sacó fuera los tintes épicos de la lucha social -lo que le ganó numerosas críticas en Chile- y eligió contar la historia desde los ojos de René Saavedra, un exitoso publicista que enfrenta la campaña por el no como una más.



MIMADO DE LA CRÍTICA

Con "Fuga" (2005) se estrenó en la gran pantalla, pero su romance con los críticos comenzó con "Tony Manero" (2008).

La película retrata la vida de un hombre obsesionado con el personaje encarnado por John Travolta en la película "Fiebre de sábado por la noche" en plena dictadura de Pinochet, un relato que conquistó al Festival de Turín y La Habana, entre otros.

Años más tarde llegó "No", que tocó el cielo en Hollywood al ser la primera película chilena nominada a un Óscar.

Después volvió a ocupar titulares con "El Club", centrada en un grupo de pecadores sacerdotes católicos confinados por la iglesia en una casa de pueblo para purgar sus pecados.

Ganador del Oso de Plata-Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín en 2015 y nominado a los Globo de Oro de 2016, "El Club" le dio a Larraín un empuje hacia la cima que se asentó con la llegada de "Neruda".

La película sobre un hecho clave en la vida política del poeta y premio Nobel de Literatura Pablo Neruda le valió a Larraín una nueva nominación a los globos de oro.



IDOLATRADO POR SUS ACTORES

Larraín contó con Gael García Bernal para "No" y "Neruda". "Siento que lo que logró Pablo con esta película realmente es un malabar y una acrobacia creativa impresionante", comentó el actor a Emol en medio de la promoción de "Neruda".

La película reconstruye la persecución implacable a la que el gobierno de Gabriel González Videla sometió al poeta a finales de los años 40, un filme policíaco que aborda el lado más humano y no siempre poético del premio Nobel de Literatura.

En su última película, el director descansa en el talento de Natalie Portman, nominada al Óscar de mejor actriz, para contar la vida de la icónica primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy tras el asesinato de su marido.

Para Portman no hay dudas: Larraín "es un visionario. Te dirige y, simultáneamente, está abierto a tus propuestas, a tus ideas. Es un socio creativo de talla".



PRODUCTOR DE ÉXITO

El chileno, director y también guionista de sus películas, ha formado junto a su hermano Juan de Dios la productora Fábula, una plataforma para sacar adelante sus proyectos y promover trabajos del pujante cine chileno.



UN CINE LATINO HONESTO

"No hay que ser autocomplaciente y (pensar) que hacemos películas fantásticas; creo que hacemos cosas buenas pero que nos falta", comentó Larraín en entrevista con la AFP en 2015, al ser consultado sobre el cine latinoamericano.

Para el cineasta las películas del sur "necesitan tener una identidad muy fuerte, tienen que ser honestas y películas que sean fuertes para poder conectar con una audiencia" acostumbrada a las grandes producciones de Hollywood.





Pablo Larraín y Nataly Portman
AFP

"JACKIE", EL GRAN SALTO DE LARRAÍN

El cineasta chileno Pablo Larraín pisa cada vez más fuerte. "Jackie", un retrato intimista de la ex primera dama estadounidense durante sus desgarradoras horas de luto, es una osada apuesta que Hollywood podría avalar con un Óscar a la mejor actriz.

¿En estado de gracia? En cualquier caso, Larraín tiene en cartelera dos películas ambiciosas. "Neruda", ya en la cartelera en España, Brasil y Francia, y con una nominación en los últimos Globos de Oro; y "Jackie", acogida favorablemente por la crítica en Estados Unidos y a punto de estrenarse en varios países de Europa y América Latina.

Su protagonista, Natalie Portman, está nominada al Óscar, así como la banda sonora de la película compuesta por la compositora y cantante británica Mica Levi.

Larraín ha hecho de la historia reciente de Chile su especialidad: "Tony Manero", "No", "Post Mortem"... Con "Jackie", su primer filme en inglés, se asienta definitivamente en el cine internacional.

La trama rescata uno de los episodios más dramáticos del siglo pasado en Estados Unidos: el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en Dallas el 22 de noviembre de 1963 y sus días posteriores.

Larraín, de 40 años, explicó haber optado por una narrativa "más emocional que psicológica" para acercar al público una mujer misteriosa, pese a ser una de "las más fotografiadas y escrutadas del siglo XX".

"Todos sabemos lo que le pasó a Kennedy, pero no sabemos lo que significaron para ella esos tres días (sucesivos a su muerte). Busqué en recuerdos parciales, en trozos de ideas que no están montados cronológicamente", dijo el cineasta en la última Mostra de Venecia, que le concedió el premio al mejor guión.

De ahí los vaivenes en el tiempo, que se remontan incluso a la llegada de Jackie a la Casa Blanca, tímida e insegura.

Pero la mujer que conversa con un periodista días después de que su esposo y presidente de Estados Unidos muriera brutalmente alcanzado por una bala en su regazo, es otra.

Natalie Portman da vida a una mujer a ratos fuerte, resuelta, curtida; otros desamparada, asustada. El personaje se construye con diferentes piezas de un puzzle que no acaban de encajar.

La cámara de Larraín no se despega de Jackie, la filma de cerca, en la soledad de su cama vacía, en el espejo en el que ya no se reconoce, en la habitación de sus hijos pequeños, que juegan ajenos al drama.

"Para Natalie fue difícil tener a personas del equipo tan cerca durante todo el rodaje, pero quería algo cercano, íntimo para lograr sentir lo que Jackie había sentido. Capturamos un ser humano en peligro", dijo Larraín.



PARA PORTMAN, EL PAPEL "MÁS PELIGROSO" DE SU CARRERA

"Todo el mundo conocía a Jackie, sabía cómo se movía, cómo andaba. (El papel) se podía comparar con el original y eso me daba mucho miedo porque nunca me he considerado una gran imitadora", dijo la actriz, de 35 años, en Venecia.

Ganadora de un Óscar a la mejor actriz por "El Cisne Negro" en 2011, en esta edición - que se celebrará el 26 de febrero - Portman competirá con Emma Stone, Meryl Streep, Isabelle Huppert y Ruth Negga.

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