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viernes, 13 de mayo de 2016

Los mejores años del cine en Potosí



Los revendedores hacían de las suyas: compraban dos filas íntegras y revendían los boletos aumentando 50 centavos al precio oficial... Si los descubrían infraganti, la Alcaldía les rapaba el cabello a los varones y les cortaba la cabellera a las mujeres “tipo garzón”.

En Potosí, el cine tuvo su mayor auge en las décadas del 60, 70 y 80, años que los adultos de hoy y las personas de la tercera edad atesoran entre sus mejores recuerdos. Cinéfilos casi obligados, era la única distracción masiva a la que podían acceder.

Largas filas de gente se formaban desde tempranas horas en las puertas de los cines Omiste, IV Centenario, Litoral, Ópera, Cervantes, América e Hispano con la premisa de no quedarse sin entradas.

“¡Conseguir entradas para ver una película era una victoria, porque las interminables colas eran una matanza!”, narra a ECOS el periodista Carlos Zárate Angulo, que recuerda cómo grandes y chicos querían ir al cine porque no había mayor diversión.

Los horarios eran los mismos para todos los cines: de lunes a viernes, dos funciones de matiné (14:00 y 16:00); tanda o vermut (18:30) y noche (21:30). La función del viernes por la noche era doble.

Los sábados había matinal a las 10:00, dos matinés por la tarde, una tanda y noche triple. Los domingos una función matinal, dos matinés, una tanda y noche simple.

Por norma municipal, los estrenos se presentaban los jueves y domingos en todos los cines, previa censura de la película de acuerdo con el reglamento de la sala cinematográfica que observaba no solo las escenas del filme, sino el estado físico y técnico de la película, los horarios y los avances para la presentación, detalla, por su parte, el periodista Omar Velasco.

Revendedores
“Debido a la gran demanda que había para la compra de entradas, los revendedores hacían de las suyas: compraban dos filas íntegras y revendían los boletos aumentando 50 centavos al precio oficial”, dice Velasco, como una muestra de que esta práctica de “viveza criolla” no es nada nueva.
Si la Alcaldía los sorprendía infraganti, los sancionaban rapando el cabello a los varones y cortando la cabellera de las mujeres “tipo garzón”.

“Varias familias subsistían con ese ‘negocio’. Una revendedora conocida era doña Marciana”, acota el cinéfilo Gustavo Calvo.

De primera, de segunda y…

Hasta mediados de los 80, en Potosí era una costumbre familiar ir al cine los domingos, según Calvo.
Había cines de primera, de segunda y de tercera, siguiendo los cánones de la población estratificada socialmente como clase media alta, clase media y la del pueblo.

La clase media alta asistía a los cines Ópera y Cervantes, la media al Modesto Omiste y al Hispano y la popular a las salas América y Litoral.
En el teatro IV Centenario se presentaban espectáculos musicales, teatrales y de danza. A finales de los 70 se comenzó a exhibir películas.

Empilchados
Otra característica que se conservó hasta finales de los 70 es que la gente adulta asistía al cine impecablemente vestida; los hombres, de terno, y las mujeres con sus mejores abrigos de piel. Sin embargo, para las funciones de noche, cuidándose del frío, llevaban frazadas.

Cuando terminaba la función nocturna, los cinéfilos salían directo a comer salteñas. ¡Sí!, ¡leyó bien! Eran salteñas que se vendían en una esquina del paseo del Boulevard. También saboreaban los requeridos sándwiches de huevo, pollo y hamburguesas de una señora que tenía el mote de “Calavera”, cuya hija continúa en el oficio hasta ahora. El aditamento especial de esos refrigerios era una llajua que, según Calvo, hacía reaccionar a los ebrios y somnolientos.

Época fantástica
Para la empresaria Ruth Velasco, las décadas del 60, 70 y 80 fueron insuperables porque los potosinos tenían cultura de cine, llegaban puntuales a la proyección y guardaban silencio mientras duraba la película.

Las salas se llenaban, especialmente, los fines de semana, o durante las funciones de tanda doble, triple y en las de cine continuado.

“Por ejemplo, en el cine Ópera había un intermedio para salir al pasillo a comprar sándwiches, sodas, dulces… la gente no entraba con comida al cine”, recuerda Velasco.

Otras actividades
Carlos Zárate recupera de la memoria cómo mientras se hacía fila para comprar las cotizadas entradas, en el lugar se desarrollaba otra interesante actividad: niños y jóvenes acostumbraban intercambiar o fletar revistas de ediciones española, argentina y mexicana, o bien historietas para leer en el momento.

Ya dentro del cine, muchos esperaban con ansias el flash informativo “La vuelta al mundo”, por el que se enteraban de lo más sobresaliente que acontecía en el mundo. Por ejemplo, así fue que supieron del desarrollo de la Guerra Fría, de cómo varios países europeos se iban sobreponiendo de las secuelas producidas por la II Guerra Mundial, o de la culminación de la Guerra de Vietnam.

Variedad en los gustos
Zárate considera que las películas más gustadas en los 70 fueron las de “El Santo”. Y, en ese sentido, cuenta que algunas veces llegaron a Potosí los famosos luchadores para promocionar la película.

También se destacaron los filmes de los cantantes de moda en esa época, como Chucho el Roto; mientras que, a la par, llamaban mucho la atención entre los más jóvenes las películas chinas de artes marciales. “Entonces, la población tenía más apego a las películas mexicanas, argentinas y chinas”, comenta él.

Según Ruth Velasco, las películas que más impactaron fueron: “Romeo y Julieta”, “Lo bueno, lo malo y lo feo”, “Drácula”, los dibujos animados “Los Aristogatos” y “El Libro de la Selva”. “Algunas promociones de colegios organizaban funciones matinales de cine para recaudar fondos”, recuerda ella.

En cambio, Omar Velasco piensa que la más taquillera en su tiempo fue “Lo que el viento se llevó”.

En este contexto, actualmente los potosinos piensan que la gente adulta perdió la cultura de asistir al cine, debido a la gran oferta de películas que se pueden ver en la casa, tanto en la televisión por cable o en DVD.

Ahora, en Potosí, solo queda en pie el multicine Universal —antes llamado Imperial— con tres salas. A él continúan asistiendo los cinéfilos más fieles.

Entre recuerdos y anécdotas
- En décadas pasadas, las películas eran de nylon y las proyectoras funcionaban a carbón; entonces, muchas veces se quemaban provocando un corte. El mal momento eran aprovechado por los muchachos apostados en el sector de galería para corear improperios, a viva voz, contra el administrador.
- En el cine Ópera, algunas personas que pagaban mensualmente las entradas tenían el privilegio de contar con butacas exclusivas para los días de estreno, es decir, para los jueves y domingos.
- Cuando se proyectaban las películas seriales (de 11:00 a 24:00), como por ejemplo “Los tigres del ring”, las familias llevaban té o café en termos y hasta comida, respetando la hora del té a las 16:00 y la de la cena a las 19:00.
- El gremio de los boleteros era grande y gozaban de los beneficios de un convenio que permitía el ingreso gratuito a todos sus parientes.
- Fuera de los cines había carritos que vendían una variedad de caramelos de industria argentina como Tatín, Mu Mu, Salvavidas y los chicles Bazooka, entre otras golosinas preferidas por grandes y chicos.

Las películas más taquilleras
Teresa Guerra, hija del empresario Armando Guerra (fallecido en 1996), quien fuera propietario de cinco salas de cine en décadas pasadas, detalla para ECOS las películas más taquilleras en Potosí en los años 60, 70 y 80.
- Los 60: Los diez mandamientos, Ben-Hur, Éxodo, Espartaco, La Biblia y el Mío Cid, interpretadas por el consagrado y prolífico actor del cine clásico estadounidense Charlton Heston. Las obras de Julio Verne, convertidas en películas: Viaje a la Luna, El capitán Nemo, La isla misteriosa, Los hijos del Capitán Grant, El amo del mundo y el filme boliviano Mina Alaska, del cineasta Jorge Ruiz.
- Los 70: El exorcista, las películas mexicanas de Cantinflas, Los tigres del ring, El Santo, las del cine español interpretadas por Rafael y Rocío Durcal, y la de producción argentina Mi primera novia, que interpretaron Palito Ortega y su esposa Evangelina Salazar.
- Los 80: Fiebre de sábado por la noche, Grease, Rocky, Rambo, Cazafantasmas y La Bamba.

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