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miércoles, 27 de abril de 2016

‘Dios local’, el cine que se aproxima: Horror en una mina abandonada


Esta película del director uruguayo Gustavo Hernández (La casa muda) que combina terror y música, cuenta en el reparto con los actores Mariana Olivera y dos primerizos, Gabriela Freire y Agustín Urrutia.

LA HISTORIA

Tras algunos sucesos trágicos, un grupo de rock compuesto por veinteañeros se vuelca en un nuevo proyecto, de corte conceptual y que como resultado arroja un disco de sólo tres canciones, pero con un significado profundo. Esas tres composiciones son la ópera prima de los miedos, culpas y abismos de cada uno de los miembros de este grupo musical, intentando alejar los momentos más oscuros de sus vidas.

La banda decide retirarse a la sierra para grabar los vídeos que acompañarán al disco, pero dentro de esas grutas llegan a una mina de oro abandonada y descubren entre las paredes un ídolo hecho de piedra. Los músicos liberan a esta representación diabólica que usaban los españoles para atemorizar y someter a los nativos, sumergiéndose en un terreno oscuro que los tres conocen: el desesperante universo que ellos mismos han creado en su disco.

Los tres jóvenes se ven inmersos en un cara a cara con su pasado y tienen que luchar para superar y sobrevivir a los temores que les persiguen.

SOBRE EL FILME

La película uruguaya Dios local se presentó con mucho éxito en el festival de cine fantástico Sitges, en Barcelona.

El filme dirigido por Gustavo Hernández explica que este nuevo largometraje “tiene un espíritu muy parecido a La Casa Muda, pero nos encuentra en un punto más maduro de realización y experiencia”.

“Es un guión con riesgo y ese desafío fue una motivación, un motor constante para redoblar esfuerzos y creatividad. Nos planteamos recrear un mundo que tenga una cuota de terror realista y crudo, con algunos vértices fantásticos y oníricos que enriquezcan aún más la historia y a los personajes. El miedo se desata lentamente y se va acentuando y acumulando paso a paso en el mundo externo e interno de cada personaje hasta poder enfrentar sus emociones pasadas que se conjuga con un presente tenso, extraño, atroz”, agrega.

Este segundo filme de Gustavo Hernández integra actualmente la selección oficial de dos de los festivales de género más importantes del mundo: el Fantastic Fest de Austin, Estados Unidos, y Sitges, en Barcelona. También participó del Festival Internacional de Cine de Río de Janeiro.

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