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domingo, 11 de enero de 2015

Un pantallazo de las nuevas producciones nacionales

El año se insinúa movido con el desarrollo y la culminación de varios proyectos cinematográficos, comprobando la vitalidad en el audiovisual boliviano. El telón se abre el 15 de enero para presentar Bloody Valentine: Satánica Adicción, ópera prima del realizador chileno radicado en Santa Cruz, José Pérez.

La cinta de terror, filmada principalmente en Santa Cruz, aborda la historia del detective Angus Jones en su búsqueda del culpable de macabros asesinatos acontecidos en Villa Bonita.

Otras propuestas del mismo género son La Herencia, del director y guionista Christian Calvo; y Olalla, de la directora y productora Amy Hesketh. Esta última se presentará en todas las salas del país el 29 de enero, junto a la nueva producción de Paz Padilla: México Chico.

Repaso por la historia
Importantes hechos históricos serán plasmados en la pantalla grande este año con el estreno de Juana Azurduy, Guerrillera de la patria grande, de Jorge Sanjinés, y Boquerón, de Tonchy Antezana, esta última prevista para mediados de año. En este apartado también figura la producción de Cuando los hombres quedan solos de Fernando Martínez y Viviana Saavedra.

Desde Cochabamba, Sergio Estrada ultima los detalles del estreno de su documental Con la noche adentro, premier programada simultáneamente en Guadalajara, México, para el mes de marzo.

Abordando el género del suspenso, Gory Patiño pone en marcha su proyecto Pseudo, reconocido como el Mejor Proyecto Iberoamericano en el Bolivia Lab 2014.

Otra ópera prima llegará de la mano de Diego Revollo, quien con El sol, la piedra y el agua, pretende abordar los complejos lazos familiares.

Completando la lista siguen otros títulos, que actualmente están en producción y postproducción y que también verán la luz en 2015; son Norte estrecho, de Omar Villarroel y Lo peor de los deseos, de Claudio Araya

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