Buscar

miércoles, 28 de enero de 2015

Kevin Costner llega a los 60 con ímpetus renovados

A lo largo de su carrera ha conocido las mieles del éxito y las hieles del fracaso, ha sido uno de los hombres más guapos del mundo y tiene su propia banda de música. Ahora, con sesenta años que no aparenta, Kevin Costner vuelve con fuerza al cine.

Black or White, su próxima aparición en el cine, ha pasado por varios festivales pero no llegará a las pantallas estadounidenses hasta el 30 de enero, días después de haber cumplido 60 años, el día 18, mientras que el 20 de febrero estrenará McFarland, en la que vuelve a uno de los temas que le son más queridos, el deporte.

El actor afronta los 60 con ímpetu renovado, el que le llevó a hacer el año pasado cuatro películas, tres de ellas ya estrenadas: Jack Ryan: Operación sombra, 3 días para matar y Draft Day.

Ahora, su gran apuesta es Black o White, una “conmovedora comedia dramática sobre las barreras raciales que nos dividen y los lazos familiares que nos unen”, según The Holywood Reporter, aunque para People es un drama “poco arriesgado”, pero en el que “Kevin Costner brilla”.

El actor interpreta a un abuelo de muy buen ver, un aspecto muy alejado del que lució en Hatfields & McCoys (2012), miniserie televisiva en la que, el que fuera considerado uno de los 50 hombres más guapos del mundo por la revista People, luce su aspecto más desaliñado y malencarado.

Nacido en California en 1955, en el instituto destacó como jugador de fútbol y baloncesto -en muchas de sus películas el deporte tiene un papel central- y fue en la universidad, donde se graduó en empresariales, cuando asistió a clases de interpretación.

Costner se define como “el americano por antonomasia, sin lugar a dudas (...) Todo lo que tienes que hacer es ver los papeles (que he interpretado). No puede haber dos personajes más americanos que Crash Davis (Los búfalos de Durham, 1988) y Roy McAvoy (Tin Cup 1996)”, aseguraba en una entrevista.

El salto a la interpretación lo dio tras hablar con Richard Burton a quien abordó un avión y quien le dijo que si quería ser actor debía ir a por todas, así que dejó su trabajo y se fue a Hollywood.

Allí comenzó su carrera en 1981 pero no tuvo notoriedad hasta Silverado (1985) y dos años después se convertiría, de la mano de Brian de Palma, en el incorruptible Eliot Ness, en Los intocables de Eliot Ness.

Después llegaron éxitos como Campo de sueños (1989), Bailando con lobos (1990) -su debut en la dirección- y JFK (1991), con las que Costner vio como en tres años consecutivos una cita que protagonizaba lograba la nominación de los Oscar a mejor película.

El premio llegó con Bailando con lobos, en la que se puso delante y detrás de la cámara y, aunque no logró la estatuilla como mejor actor, sí se hizo con las de mejor película y director.

No hay comentarios:

Publicar un comentario