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miércoles, 7 de mayo de 2014

Cinemateca sale a recuperar los guiones de películas bolivianas

Los guiones de las películas Chuquiago, de Antonio Eguino; Cuestión de fe, de Marcos Loayza, y Jonás y la ballena rosada, de Juan Carlos Valdivia, entre otros, son algunos de los más de 10 guiones que conserva la biblioteca de la Cinemateca Boliviana, que a partir de este año busca salvar estos textos usados para rodar los filmes nacionales.
"Convocamos a los cineastas bolivianos a que donen y presten copias de los guiones de sus películas porque este material es vital para el estudio y la investigación de las nuevas generaciones”, declaró Mela Márquez, directora de la Cinemateca Boliviana.
Márquez explicó que este tipo de documentos son vitales para conocer ¿cómo se filmó una película?, ¿qué técnicas usó determinado director? y ¿en qué contexto se filmó determinada película?, entre otros aspectos. "Los guiones son valiosos y ayudan también a conservar la memoria fílmica de nuestro cine”, dijo.
Elizabeth Carrasco, responsable de la biblioteca Luis Espinal de la Cinemateca Boliviana, contó que en este centro apenas guardan 10 guiones de películas bolivianas. "Son muy pocos los cineastas que donaron sus guiones a la biblioteca, por ello los invitamos a entregar copias de estos textos que son muy valiosos para trabajos de investigación”, comentó.
La biblioteca de la Cinemateca atesora más de 2.000 libros de cine. Conserva colecciones de obras de cine escritas por Amalia Gallardo y Luis Espinal, entre otros autores bolivianos. Además cuenta con textos de cine obsequiados por otros países. Incluso hay guiones cinematográficos de directores franceses, pero una de las joyas es un guión del conocido cineasta español Pedro Almodóvar. Sin embargo, hay al menos 10 guiones de cineastas bolivianos.

Entre los guiones que guarda la biblioteca están Chuquiago, de Antonio Eguino; Cuestión de fe, de Marcos Loayza, y Jonás y la ballena rosada, de Juan Carlos Valdivia, entre otros. En algunos casos, estos textos, contó Carrasco, fueron publicados en libros por los mismos cineastas y guionistas.
"Hace más de 20 años, los directores de cine y los guionistas tras estrenar las películas tenían la costumbre de publicar sus guiones en libros. Sin embargo, esa costumbre se fue perdiendo”, contó Carrasco.


Uno de los tesoros bibliográficos de este género es el guión de Chuquiago, publicado por el guionista Óscar Soria y editado por Don Bosco, en 1977. Otro de los guiones es de Cuestión de fe, de Marcos Loayza, editado en 1995 por Siglo XX editoriales.
El cineasta boliviano Marcos Loayza aplaudió la iniciativa y convocó a sus colegas a entregar copias de sus guiones.
"Guardo más de 40 guiones de personalidades como Francesco Díaz Mariscal, Pedro Susz, Juan Claudio Lechín y Rodrigo Ayala, entre otros, y deseo entregarlos a la biblioteca, ya que ahí se podrán conservar mejor y por más tiempo”, sostuvo Loayza, quien también entregará los más de 10 guiones de su autoría.



Según Márquez, entre los documentos valiosos que usan los cineastas para rodar sus filmes y desean rescatar están los mapas de locaciones, los storyboard (una especie de historietas con las escenas de determinada película) y otros.
"El storyboard es como el cómic de una película. Ayuda a los directores a perfeccionar y controlar la secuencia de las escenas del filme. Las viñetas son dibujadas generalmente por ilustradores y artistas plásticos”, contó Márquez, quien aseguró que entre los cineastas que usan esta técnica están Marcos Loayza, Juan Carlos Valdivia y otros.

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